GENTE

LA ALEGRÍA DE LA VUELTA A CASA

Un constructor japonés de 60 años volvía el pasado sábado a casa después de una dura jornada de trabajo cuando se encontró a su familia preparándole un sentido funeral. La policía de Tokio les había comunicado por la mañana que había muerto destrozado en un accidente de tráfico. La identificación del cadáver fue corroborada por testigos del suceso y el propio cuñado del supuesto fallecido. Con estos datos, la policía sólo se dio cuenta de su error cuando la familia dejó a medias los trámites del entierro y llamó para decir que el muerto acababa de entrar en el salón de su casa. "Obviamente, he...

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Un constructor japonés de 60 años volvía el pasado sábado a casa después de una dura jornada de trabajo cuando se encontró a su familia preparándole un sentido funeral. La policía de Tokio les había comunicado por la mañana que había muerto destrozado en un accidente de tráfico. La identificación del cadáver fue corroborada por testigos del suceso y el propio cuñado del supuesto fallecido. Con estos datos, la policía sólo se dio cuenta de su error cuando la familia dejó a medias los trámites del entierro y llamó para decir que el muerto acababa de entrar en el salón de su casa. "Obviamente, hemos cometido un error en nuestro sistema de identificación", reconoció un avispado agente.-

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