Prototipos e instalaciones numerosos, pero no competitivos

Desde el mes de enero, una pila de combustible proporciona a la localidad francesa de Chelles el equivalente a las necesidades en electricidad y calefacción de 200 hogares. Este generador de 200 kilovatios eléctricos y 220 kilovatios térmicos que funciona con gas natural está conectado a la red eléctrica de la ciudad, a la que suministra una corriente de 400 voltios, así como a la red de calefacción urbana a la que alimenta con agua a 80 grados centígrados.Para las compañías Électricité de France (EDF) y Gaz de France, asociadas en este experimento a tamaño natural, se trata de recuperar el te...

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Desde el mes de enero, una pila de combustible proporciona a la localidad francesa de Chelles el equivalente a las necesidades en electricidad y calefacción de 200 hogares. Este generador de 200 kilovatios eléctricos y 220 kilovatios térmicos que funciona con gas natural está conectado a la red eléctrica de la ciudad, a la que suministra una corriente de 400 voltios, así como a la red de calefacción urbana a la que alimenta con agua a 80 grados centígrados.Para las compañías Électricité de France (EDF) y Gaz de France, asociadas en este experimento a tamaño natural, se trata de recuperar el terreno perdido respecto a Japón, Estados Unidos y Alemania, donde ya están en funcionamiento 200 instalaciones de este tipo, en su mayoría fabricadas por la empresa estadounidense ONSI.

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"La pila de combustible es un sistema de producción descentralizada de electricidad y de calor con un elevado rendimiento (en total un 80%), muy poco contaminante (las emisiones de óxido de azufre, nitrógeno y de carbono son nulas o insignificantes y las de gas carbónico reducidas), y casi sin ruido ambiental", pondera EDF. Además, el problema del tamaño, molesto cuando se trata de equipar un vehículo utilitario, no supone un obstáculo al implantarla en el medio urbano. En cambio, su coste -alrededor de 625.000 pesetas el kilovatio instalado- sigue siendo prohibitivo. Queda por realizar un enorme trabajo de investigación y desarrollo.

Para vehículos

A este mercado de pilas de combustible fijas se añade otro de igual importancia, el de los sistemas portátiles, a los que los fabricantes de automóviles no les quitan ojo, deseosos de reducir sus emisiones contaminantes y cumplir la normativa en este ámbito, cada vez más exigente. Para Gaston Maggetto, presidente de la Asociación Europea del Vehículo Eléctrico de Carretera (AVERE, siglas en francés), "dentro de 15 o 20 años, el 75% del parque automovilístico estará formado por vehículos híbridos en los que la energía eléctrica estará acompañada de una propulsión térmica. Y el 25% restante será completamente eléctrico".

Desde hace ya varios años unos autobuses canadienses equipados por la compañía Ballard ruedan con una pila de combustible por las calles de varias ciudades. Otras iniciativas han visto la luz. Ballard, DaimlerChrysler y Ford, que han creado la DBB Fuel Cell Engines, esperan producir en 2004 vehículos de preserie. Toyota y General Motors tienen el mismo proyecto. Nissan, Honda y Volkswagen también han entrado en esta carrera al igual que Renault y PSA Peugeot Citroën que tienen la intención de comercializar un vehículo en 2010.