GENTE

PALCO SIN ADORNOS

Ni Claudia Cardinale ni Catherine Deneuve ni Jacqueline Bisset quieren asistir al Baile de la Ópera de Viena. Todas ellas declinaron la insistente invitación del millonario Richard Lugner, un empresario de la construcción que cada año paga sabrosas sumas para adornar su palco con alguna bella famosa. En otras ocasiones pudo lucirse con Sofía Loren, Grace Jones y Gina Lollobrigida. Eran otros tiempos. Ahora no asisten a la ostentosa fiesta ni el actor Karl Maria Brandauer ni el ex canciller austriaco Viktor Klima con su mujer, Sonja, que para esta ocasión había encargado a la modista británica ...

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Ni Claudia Cardinale ni Catherine Deneuve ni Jacqueline Bisset quieren asistir al Baile de la Ópera de Viena. Todas ellas declinaron la insistente invitación del millonario Richard Lugner, un empresario de la construcción que cada año paga sabrosas sumas para adornar su palco con alguna bella famosa. En otras ocasiones pudo lucirse con Sofía Loren, Grace Jones y Gina Lollobrigida. Eran otros tiempos. Ahora no asisten a la ostentosa fiesta ni el actor Karl Maria Brandauer ni el ex canciller austriaco Viktor Klima con su mujer, Sonja, que para esta ocasión había encargado a la modista británica Vivienne Westwood un vestido de gala especial para esta ocasión. El presidente portugués, Jorge Branco de Sampaio, que hubiese sido el invitado de honor en el palco del presidente de Austria, Thomas Klestil, canceló la cita. Entre los 4.000 participantes que bailarán sus valses en esta noche de gala, tampoco se verá a las esperadas estrellas de cine porno como Janine y Julia Ann, John Wayne Bobit o el travestido Chi Chi La Rue. El motivo de tan significativa ausencia en el ostentoso baile es la presencia de la extrema derecha en el Gobierno austriaco. Para evitar cualquier roce con la nueva cúpula del poder y demostrar así su protesta, los famosos han preferido perderse esta fiesta, a la que asistirán el canciller austriaco, Wolfgang Schüssel, y su esposa. De puertas afuera, otros miles de austriacos celebrarán un "carnaval antifascista" callejero para pedir la dimisión del nuevo poder establecido.-

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