Crítica:

Antena 3 emite este mes tres pases de "Vidas cruzadas"

La programación cinematográfica de las cadenas ha tenido en las últimas semanas su particular efecto 2000. Desde el pasado 2 de enero y hasta el 8, Antena 3 ha emitido el filme de Robert Altman Vidas cruzadas en tres ocasiones y Qué bello es vivir, la indiscutible obra maestra de Frank Capra, tuvo dos pases ( el primero a las 0.55 y el segundo a las 4.55) el día de Nochebuena. En un principio se podía pensar que esta cadena había cambiado su política de programación, dando relevancia a títulos de indudable calidad y haciendo varios pases para que todos los interesados tuviesen oportunidad de v...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La programación cinematográfica de las cadenas ha tenido en las últimas semanas su particular efecto 2000. Desde el pasado 2 de enero y hasta el 8, Antena 3 ha emitido el filme de Robert Altman Vidas cruzadas en tres ocasiones y Qué bello es vivir, la indiscutible obra maestra de Frank Capra, tuvo dos pases ( el primero a las 0.55 y el segundo a las 4.55) el día de Nochebuena. En un principio se podía pensar que esta cadena había cambiado su política de programación, dando relevancia a títulos de indudable calidad y haciendo varios pases para que todos los interesados tuviesen oportunidad de verlas. Pero nada más lejos de la realidad, ya que todo se resume -según la cadena- en un problema de vencimiento de derechos de emisión: las cadenas pagan por un número determinado de pases y los que no se llegan a emitir repercuten directamente en la cuenta de pérdidas.Por su parte, TVE tampoco es ajena a los batiburrillos de programación y emitió ayer, sin cumplir la ley que obliga a las televisiones a facilitar las programaciones con 11 días de anticipación, la película protagonizada por Tom Hanks Apolo 13. Según fuentes del Ente Público, "el error se limita no a una presunta contraprogramación, sino a una falta de comunicación entre el gabinete de prensa y el departamento de emisiones".

Al final, el afectado siempre es el mismo, el paciente espectador, acostumbrado a estas sorpresas televisivas.

Archivado En