GENTE

PRINCESA ENTRE ENCINAS

¿Qué placeres íntimos no levantará el bucólico otoño extremeño que las princesas están convirtiendo en sana costumbre darse una vueltecita por las verdes dehesas a eso que llegan las primeras lluvias? La moda la inició Carolina de Mónaco y otras princesas siguen sus pasos. Ahora le toca el turno a Lala Hasna de Marruecos, la hija del fallecido Hassan II. Lala, de 30 años, lleva unos días alojada en una finca de la sierra de San Pedro, lugar en el que se desparraman impresionantes dehesas con sus ciervos, sus jabalíes, sus águilas, sus toros y otras especies. Algunas fuente...

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¿Qué placeres íntimos no levantará el bucólico otoño extremeño que las princesas están convirtiendo en sana costumbre darse una vueltecita por las verdes dehesas a eso que llegan las primeras lluvias? La moda la inició Carolina de Mónaco y otras princesas siguen sus pasos. Ahora le toca el turno a Lala Hasna de Marruecos, la hija del fallecido Hassan II. Lala, de 30 años, lleva unos días alojada en una finca de la sierra de San Pedro, lugar en el que se desparraman impresionantes dehesas con sus ciervos, sus jabalíes, sus águilas, sus toros y otras especies. Algunas fuentes señalan la finca de Miguel Báez, El Litri, pero podría ser en ese o en cualquiera de los numerosos latifundios que hay en esta hermosa zona de Cáceres. Desde luego, ocupaciones no le van a faltar a la princesa, porque el otoño extremeño está que se sale con sus monterías, sus reses bravas paciendo entre la frondosa hierba, ovejitas felices porque ya no comen pienso y sí hierba, o la recogida de setas. Y hasta puede que no muy lejos de su residencia extremeña pulule, para darle a la cosa más emoción, algún furtivo, porque esa zona también es paraíso de quienes sin invitación buscan rebecos y otras piezas.-

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