GENTE

LOS PROBLEMAS DE LOS CONDES DE ESSEX

Apenas transcurridos tres meses de su boda, el príncipe Eduardo y su novia Sophie están sufrindo fuertes ataques de la prensa, que les acusa de aprovecharse de su posición en la familia real para ganar dinero en los negocios. Siguiendo la estela romántica de su boda, la prensa del corazón les mostró como una pareja joven y moderna dispuesta a hacer carrera en un mundo de los negocios altamente competitivo. Ahora, la cobertura de los dos jóvenes se ha vuelto vitriólica. Tras las desafortunadas declaraciones de Eduardo en Estados Unidos afirmando que los británicos odiaban a los qu...

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Apenas transcurridos tres meses de su boda, el príncipe Eduardo y su novia Sophie están sufrindo fuertes ataques de la prensa, que les acusa de aprovecharse de su posición en la familia real para ganar dinero en los negocios. Siguiendo la estela romántica de su boda, la prensa del corazón les mostró como una pareja joven y moderna dispuesta a hacer carrera en un mundo de los negocios altamente competitivo. Ahora, la cobertura de los dos jóvenes se ha vuelto vitriólica. Tras las desafortunadas declaraciones de Eduardo en Estados Unidos afirmando que los británicos odiaban a los que triunfaban, el periódico popular Star escribía: "¿Cómo se atreve a ir presumiendo por América y atacando a su país como una bailarina petulante con una carrera en las medias?" Ahora las iras se dirigen contra Sophie, que trabaja en su propia empresa de relaciones públicas, por haber posado en la última feria del automóvil de Francfort junto al último modelo de Rover. Su contrato con los fabricantes se ha cifrado en 250.000 libras (65 millones de pesetas). Se dice que a la Reina le sorprendió que su nuera aceptase posar para la publicidad. Incluso el respetado The Times ha clamado: "De una forma tan calculada como corrosiva, la condesa de Wessex está sacando beneficios de su posición real. Y mientras tanto está degradando una institución que millones de personas veneramos". Por su parte, el palacio de Buckingham ha intentado minimizar el incidente, y Sophie, tras hacer llegar a la prensa que estaba furiosa por las informaciones a través de su socio en la empresa Murray Harkin, ha tranquilizado a sus clientes con una carta en la que declara: "Mi prioridad número uno es desarrollar el volumen de negocios de R-JH y ofrecer a mis clientes un servicio de primera calidad".-

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