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La trastienda de un diseño limpio

Ikea ofrece diseño nórdico y precios baratos. Pero esta multinacional de origen sueco, sede holandesa, dirección danesa y propietario en Suiza guarda secretos en el armario. La trastienda de Ikea, programa producido por la televisión pública sueca, que esta tarde ofrece Canal + (20.30), desvela una compleja trama de 2.500 empresas subcontratadas, especialmente en países subdesarrollados. Ikea nació con el lema "Una vida mejor para la mayoría". Sin embargo, el reportaje muestra un panorama de subcontratas, y de subcontratas de subcontratas, en Rumania, India, Filipinas y Vietnam.
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Ikea ofrece diseño nórdico y precios baratos. Pero esta multinacional de origen sueco, sede holandesa, dirección danesa y propietario en Suiza guarda secretos en el armario. La trastienda de Ikea, programa producido por la televisión pública sueca, que esta tarde ofrece Canal + (20.30), desvela una compleja trama de 2.500 empresas subcontratadas, especialmente en países subdesarrollados. Ikea nació con el lema "Una vida mejor para la mayoría". Sin embargo, el reportaje muestra un panorama de subcontratas, y de subcontratas de subcontratas, en Rumania, India, Filipinas y Vietnam.

Un responsable de Ikea asegura ante la cámara que los proveedores y subcontratados de la firma tienen prohibido utilizar a niños; que dos veces al año inspeccionan las fábricas de los proveedores y subcontratistas; y que si encontraran niños trabajando en sus instalaciones, romperían de inmediato el contrato con ellos. Sin embargo, en todos los lugares donde los autores del reportaje filmaron se encontraron con menores.

El reportaje muestra a Ikea como una empresa que tiene la sartén por el mango. Las subcontratas se ven obligadas a ritmos fortísimos y dependen totalmente de aquella. "No hay negociación", dice un proveedor filipino. "Ellos pagan el precio que quieren". Un trabajador rumano cobra cinco veces menos que uno sueco; en la India, contrata a familias enteras que provienen de otra región; un filipino gana entre 470 y 1.000 pesetas al día; y como Filipinas se está poniendo cara, Ikea ya ha extendido sus alas hasta Vietnam, donde los salarios están 10 veces por debajo. Y se abre, tentador, el horizonte de Indonesia, Malaisia, Tailandia y, de rabiosa actualidad, el inmenso mercado de China.

En Rumania, el reportaje muestra duras condiciones salariales y ambientales: se trabaja con spray y sin máscaras, o trasladando piezas tóxicas a mano. En la India, Ikea declara 180 empresas colaboradoras, con un crecimiento anual del 25% y unas 150.000 personas empleadas: los niños tejedores de alfombras están a la orden del día. En Filipinas, se trabaja a destajo y sin seguridad. En Vietnam, no se permitió a los reporteros rodar en una empresa.

El consejero delegado de Ikea asegura que su compañía defiende el medio ambiente y que esta defensa le ha llevado a rechazar contratos con algunos proveedores.

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