'Al filo de lo imposible' emprende hoy el asalto a la cumbre del Annapurna
El programa de Televisión Española Al filo de lo imposible persigue estos días dos retos con los que pretende hacer historia. En colaboración con la Escuela Militar de Alta Montaña de Jaca, una expedición avanza poco a poco rumbo al Polo Norte. A miles de kilómetros de distancia, otro equipo de TVE emprende precisamente hoy la marcha hacia la cima del Annapurna, la montaña más peligrosa del Himalaya.Pese a las dificultades que han salpicado la travesía (dos miembros del equipo han sido rescatados de las heladas aguas y otro ha sufrido una lesión), los expedicionarios podrían alcanzar su...
El programa de Televisión Española Al filo de lo imposible persigue estos días dos retos con los que pretende hacer historia. En colaboración con la Escuela Militar de Alta Montaña de Jaca, una expedición avanza poco a poco rumbo al Polo Norte. A miles de kilómetros de distancia, otro equipo de TVE emprende precisamente hoy la marcha hacia la cima del Annapurna, la montaña más peligrosa del Himalaya.Pese a las dificultades que han salpicado la travesía (dos miembros del equipo han sido rescatados de las heladas aguas y otro ha sufrido una lesión), los expedicionarios podrían alcanzar su destino dentro de una semana. Están a unos 550 kilómetros de su objetivo. "Empezamos a ver la luz al final del túnel", comenta Sebastián Álvaro, director del programa. "El mal tiempo, con temperaturas de 50 grados bajo cero, nos ha machacado, pero la férrea voluntad de esta gente ha permitido continuar adelante", agrega.
A su vez, el alpinista vasco Juan Oiarzábal comienza hoy la marcha de aproximación al Annapurna. En una semana espera llegar al campo base. Allí comenzará el asalto a la última cumbre de más de ocho mil metros que le falta por pisar. En su cuenta particular, y en la de Al filo de lo imposible, tiene 13. Y para ambos será una conquista histórica. Álvaro recuerda que TVE será la única cadena que haya filmado los 14 ochomiles. La última aventura grabada ha discurrido por las erguidas cascadas de hielo canadienses, donde Joan Quintana ha escalado columnas de hasta cien metros de altura.