FANTASMA DE MUSEO

Las casas con fantasma se venden en el Reino Unido de la forma más natural. El escurridizo visitante en un valor añadido que da cierta solera. Hasta ahora, sin embargo, la reseña de las visiones se ceñía a la tradición oral, o bien a escritos que suman abundantes lectores. Lo que nadie había conseguido aún es filmar un fantasma con un aparato tan prosaico como una cámara de seguridad. El museo Belgrave Hall, abierto en la ciudad de Leicester, en pleno corazón de Inglaterra, acaba de lograrlo. Dos etéreas figuras, como todo espectro que se precie, aparecen en una secuencia captada por el vídeo ...

Las casas con fantasma se venden en el Reino Unido de la forma más natural. El escurridizo visitante en un valor añadido que da cierta solera. Hasta ahora, sin embargo, la reseña de las visiones se ceñía a la tradición oral, o bien a escritos que suman abundantes lectores. Lo que nadie había conseguido aún es filmar un fantasma con un aparato tan prosaico como una cámara de seguridad. El museo Belgrave Hall, abierto en la ciudad de Leicester, en pleno corazón de Inglaterra, acaba de lograrlo. Dos etéreas figuras, como todo espectro que se precie, aparecen en una secuencia captada por el vídeo del edificio. Vestida de mujer, una de ellas lleva puesto un polisón y cruza flotando un patio. Cuando pasan por delante de la cámara, ésta deja de grabar. Una vez recuperada la filmación, en su lugar aparecen dos estelas de humo. Aunque no se descarta que se trate de humildes bolsas de plástico arrastradas por el viento, o hasta de un relámpago, los más románticos tienen ya otra explicación. Construido en el siglo XVIII, el edificio perteneció al rico industrial y diputado local John Ellis. Según la leyenda, el alma en pena sería su hermana Charlotte, fallecida dentro e incapaz todavía de abandonarlo. El ayuntamiento ha prometido "estudiar" la grabación. De no hallar la explicación racional que busca, el censo ciudadano contará pronto con sus vecinos más elusivos.- FERRER,