GENTE

NOCHEVIEJA FUERA DEL DEPÓSITO

Un rumano de 25 años, cuya muerte clínica comprobaron los médicos el pasado 31 de diciembre, abandonó el depósito de cadáveres de un hospital para festejar la Nochevieja con los amigos, según contaba ayer la prensa local. La muerte de Iani Leon, de Targu Frumos, fue comprobada a las 6.30 horas locales por la enfermera Viorica Pipirigeanu, en la ambulancia que transportaba al joven a un hospital de Iasi, tras una crisis de espasmofilia ocasionada, en parte, por el consumo excesivo de alcohol. La ambulancia volvió a Targu Frumos, donde un médico confirmó el fallecimiento, acaecido una hora y med...

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Un rumano de 25 años, cuya muerte clínica comprobaron los médicos el pasado 31 de diciembre, abandonó el depósito de cadáveres de un hospital para festejar la Nochevieja con los amigos, según contaba ayer la prensa local. La muerte de Iani Leon, de Targu Frumos, fue comprobada a las 6.30 horas locales por la enfermera Viorica Pipirigeanu, en la ambulancia que transportaba al joven a un hospital de Iasi, tras una crisis de espasmofilia ocasionada, en parte, por el consumo excesivo de alcohol. La ambulancia volvió a Targu Frumos, donde un médico confirmó el fallecimiento, acaecido una hora y media antes, después de lo cual dispuso colocarle en el depósito de cadáveres del hospital hasta anunciar a la policía el fallecimiento y efectuar la necropsia. Mientras sus padres empezaban a preparar lo necesario para el entierro, su hijo se presentó sano en su casa, pocos minutos antes de que la policía llamase a la puerta para avisarles que el cadáver había desaparecido. El joven paisano del conde Drácula contó que no se acordaba nada de lo pasado en las últimas 24 horas, y mencionó que se despertó alrededor de las 8.00 horas tendido sobre una mesa, rodeado de cadáveres, se levantó, rompió una ventana para poder abandonar la fúnebre compañía y se fue. -

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