GENTE

CARTILLA PARA LA DESPEDIDA

El amor a los animales de compañía va en algunos casos hasta más allá de la muerte. Enviar al cubo de la basura o cavar un agujero en el campo para el que hasta hace unas horas era casi de la familia, no parece una solución aceptable en Holanda, donde cada vez es mayor la cantidad de amos que deciden incinerar a sus perros, gatos o conejillos de Indias. Berry de Bruin, propietario de una tienda de animales que además de conocer la sensibilidad de sus compatriotas es sabedor de la tacañería que los caracteriza, ofrece la posibilidad de ahorrar con antelación para el entierro. Por cada 1....

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El amor a los animales de compañía va en algunos casos hasta más allá de la muerte. Enviar al cubo de la basura o cavar un agujero en el campo para el que hasta hace unas horas era casi de la familia, no parece una solución aceptable en Holanda, donde cada vez es mayor la cantidad de amos que deciden incinerar a sus perros, gatos o conejillos de Indias. Berry de Bruin, propietario de una tienda de animales que además de conocer la sensibilidad de sus compatriotas es sabedor de la tacañería que los caracteriza, ofrece la posibilidad de ahorrar con antelación para el entierro. Por cada 1.000 pesetas que un cliente gasta en su establecimiento le estampa un sello en una cartilla. Ciento cincuenta sellos dan para la cremación de un animal pequeño; para un perro mediano hay que tener cerca de 300 estampas acumuladas. La idea ha sido tan bien acogida que se le han unido el centenar de establecimientos a lo largo y ancho del país. Y el número continúa aumentando.-

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