"Sé que no sirvo para presentadora", reconoce Isabel Preysler

Ante las cámaras, Isabel Preysler no es desenfadada ni ocurrente, ni siquiera natural. Ella misma reconoce esta incapacidad: "Sé que no sirvo para presentadora", y acepta los comentarios adversos con estoicismo oriental: "Algunos periodistas me han tachado de gélida y artificial. No tengo más remedio que darles la razón". Así de autocrítica se mostró ayer con su trabajo en el magazine de Tele 5 Hoy en casa, espacio que no ha cubierto las expectativas de audiencia.

Isabel Preysler ha dado un gran salto en su carrera: convertirse en presentadora. Sin embargo, la reina de las revistas del ...

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Ante las cámaras, Isabel Preysler no es desenfadada ni ocurrente, ni siquiera natural. Ella misma reconoce esta incapacidad: "Sé que no sirvo para presentadora", y acepta los comentarios adversos con estoicismo oriental: "Algunos periodistas me han tachado de gélida y artificial. No tengo más remedio que darles la razón". Así de autocrítica se mostró ayer con su trabajo en el magazine de Tele 5 Hoy en casa, espacio que no ha cubierto las expectativas de audiencia.

Isabel Preysler ha dado un gran salto en su carrera: convertirse en presentadora. Sin embargo, la reina de las revistas del corazón no está demasiado satisfecha de los resultados: "La cámara me impone. Es muy dificil ponerse delante de ella. Incluso he dado clases para intentar ser natural y no ha funcionado. Ahora me doy cuenta de lo difícil que es este trabajo", admitió ayer en una conversación de media hora, a la que fueron invitados siete periodistas pero ningún fotógrafo.Jovial, delgada, en vaqueros, sin apenas maquillaje y con unas inmensas gafas de sol que se quitó con rapidez, demostró que domina las artes de las relaciones sociales y diplomáticas al admitir sus fallos y contestar a todas las preguntas sin perder su mejor sonrisa. Algunas, con evasivas: "Me considero bien pagada. Pero yo nunca hablo de dinero"; otras, con una gran carga autocrítica: "No me veo bien en el programa y tampoco estoy segura de si puedo hacerlo mejor. Me desespero".

La mujer de Miguel Boyer aseguró que su marido y su hija encuentran su trabajo "perfecto", y confesó que nunca ha pretendido ser presentadora ni siquiera por dinero. "He recibido innumerables ofertas televisivas, y si acepté participar en Hoy en casa es porque sus responsables son amigas mías y los temas que trata me resultan tan cercanos que podían pegar con mi imagen y mi vida. Pero también soy consciente de que mi fama vende".

Respecto a los contenidos del programa niega que sean elitistas. "Sólo teníamos la intención de hacer una cosa sencilla, bonita y estética". Hasta la fecha hay rodados cuatro capítulos y, según fuentes de la productora Videomedia, sólo se emitirán seis, y no ocho como estaba previsto.

El interés de los telespectadores por el espacio ha sido más bien modesto. Del millón y medio de seguidores (15,1% de cuota de pantalla) el día del estreno descendió al millón doscientos mil (12,7%) el segundo. "El sábado es un día fatal y la hora tampoco acompaña. Creo que es un programa de sobremesa o para la tarde de los domingos", se consoló la Preysler.

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