El Gobierno reactiva la concesión del tercer grado a presos etarras

La concesión de la situación penitenciaria del tercer grado a reclusos de ETA ha reactivado durante el año que termina. El Gobierno ha concedido este beneficio penitenciario -sólo van a la cárcel a dormir- a siete presos etarras. Otros nueve lo han obtenido por decisiones judiciales. Entre 1993 y 1996, ambos inclusive, Instituciones Penitenciarias sólo otorgó ese beneficio a ocho etarras, mientras que los jueces lo hicieron con otros 34. En 1996, sólo uno consiguió esa situación.

Al igual que en 1996, un único etarra obtuvo la semilibertad por decisión de la Administración el año anteri...

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La concesión de la situación penitenciaria del tercer grado a reclusos de ETA ha reactivado durante el año que termina. El Gobierno ha concedido este beneficio penitenciario -sólo van a la cárcel a dormir- a siete presos etarras. Otros nueve lo han obtenido por decisiones judiciales. Entre 1993 y 1996, ambos inclusive, Instituciones Penitenciarias sólo otorgó ese beneficio a ocho etarras, mientras que los jueces lo hicieron con otros 34. En 1996, sólo uno consiguió esa situación.

Al igual que en 1996, un único etarra obtuvo la semilibertad por decisión de la Administración el año anterior. El PP ha acometido la intensificación de la política de concesión de terceros grados, a pesar de que la criticó con dureza cuando estaba en la oposición. Los socialistas empezaron a aplicar esa política en los primeros años de la década. En 1990 se registró el balance más audaz con respecto a los reclusos de ETA: 50 ,accedieron ese año al tercer grado. Sin embargo, entre 1993 y 1996, la intervención de la Administración,se retrajo de forma muy significativa. Eran tiempos en los que el PP, en la oposición, había elegido la política de reinserción como importante elemento de confrontación con el PSOE. La presión del PP hizo que los socialistas cerraran el grifo.