GENTE

LOS GENES MANDAN

Nathalie Stenmark sueña con ser, como su padre, Ingemar, una estrella del deporte, pero no precisamente en el que hiciera famoso a su progenitor en las pistas de esquí, sino en tierras más cálidas, las canchas de tenis. Con este propósito, Nathalie, que tiene 12 años, se ha trasladado junto con su madre, Ann, a Florida (Estados Unidos) y se ha inscrito en la Nick Bollettieri Sports Academy, de renombre mundial. Esta escuela, por la que han pasado estrellas como Andre Agassi y Monica Seles, está calificada entre las 100 mejores privadas del país. La madre de Nath...

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Nathalie Stenmark sueña con ser, como su padre, Ingemar, una estrella del deporte, pero no precisamente en el que hiciera famoso a su progenitor en las pistas de esquí, sino en tierras más cálidas, las canchas de tenis. Con este propósito, Nathalie, que tiene 12 años, se ha trasladado junto con su madre, Ann, a Florida (Estados Unidos) y se ha inscrito en la Nick Bollettieri Sports Academy, de renombre mundial. Esta escuela, por la que han pasado estrellas como Andre Agassi y Monica Seles, está calificada entre las 100 mejores privadas del país. La madre de Nathalie ha alquilado un apartamento en las cercanías de la escuela y durante un año la alumna deberá probar que tiene genes de campeona. La inversión para conocer las capacidades de la chica anda cerca del medio millón de coronas (unos nueve millones de pesetas), sólo por gastos de inscripción y aprendizaje. Papá Ingemar llama todas las semanas por teléfono desde su residencia en Mónaco para conocer los progresos de la niña, que según la madre heredó el carácter perseverante de aquél. Un signo de que la inversión puede resultar rentable.-

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