NECROLÓGICAS

Albert Fina, abogado

El abogado laboralistas Albert Fina falleció el pasado martes en Barcelona. Su perfil profesional proyecta una sombra similar a la de su maestro Josep Solé Barberá pionero en la defensa de los intereses de los trabajadores y durante muchos años letrado de militantes demócratas ante el Tribunal de Orden Público (TOP) creado por el franquismo. La trayectoria de Fina, unida siempre a la de su esposa, Montserrat Avilés, llegó a su punto culminante entre 1965 y 1975, gracias a la participación del abogado en los conflictos colectivos de grandes empresas: La Maquinista Terrestre y Marítima, Harry W...

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El abogado laboralistas Albert Fina falleció el pasado martes en Barcelona. Su perfil profesional proyecta una sombra similar a la de su maestro Josep Solé Barberá pionero en la defensa de los intereses de los trabajadores y durante muchos años letrado de militantes demócratas ante el Tribunal de Orden Público (TOP) creado por el franquismo. La trayectoria de Fina, unida siempre a la de su esposa, Montserrat Avilés, llegó a su punto culminante entre 1965 y 1975, gracias a la participación del abogado en los conflictos colectivos de grandes empresas: La Maquinista Terrestre y Marítima, Harry Walker y Seat.La huelga de Seat de 1971, acompañada de una movilización obrera en toda la cuenca metalúrgica del Baix Llobregat, consagró a Fina como el mediador laboral del sindicato Comisiones Obreras (CC OO), entonces clandestino, que había sido fundado en Cataluña pocos años antes en una asamblea de dirigentes obreros celebrada en la parroquia de Sant Medir, de Barcelona. El bufete de Fina y de Avilés, situado en la calle de Balmes, se convirtió en aquellos años en el punto de encuentro habitual de los sindicalistas clandestinos. A causa de las reuniones de militantes en su despacho, Fina fue acusado y encarcelado por asociación ilícita. El proceso del TOP contra Fina convirtió al letrado laboralista en inculpado. Fina fue entonces el reo de una jurisdicción especial a la que tantas veces se había dirigido en calidad de defensor.

Al principio de los años setenta, el abogado hizo de mediador en el conflicto colectivo de la empresa Harry Walker, que destacó por su enorme repercusión ciudadana. Después de promover la histórica huelga de esta firma, Marcelino Camacho fue inculpado por el TOP y su expediente judicial se unió al de Nicolás Sartoruis y Julián Ariza en el célebre Proceso 1001, que supuso el encarcelamiento de los líderes sindicales españoles.

Antes de estos episodios, la crónica profesional de Albert Fina se había iniciado en Mataró (Barcelona), una de las cunas del sindicalismo español, escenario de importantes luchas en las que se formaron los sindicalistas José Luis López Bulla -ex secretario general de CC OO de Cataluña- y Francesc Frutos, actual número dos de la coalición Izquierda Unida. De la etapa de Fina en Mataró destacan importantes movilizaciones en empresas textiles, entre ellas la sociedad de hilaturas Marchal, que supuso el primer proceso ante Magistratura contra un empresario por el impago de las cuotas de los trabajadores a la Seguridad Social.

,A partir de 1976, coincidiendo con la salida a la luz de partidos y sindicatos, Fina mantuvo su bufete independiente y rehusó convertirse en el asesor jurídico de CC OO. A partir de entonces su actividad profesional había ido declinando cuantitativamente, ya que son los propios sindicatos los que conducen los conflictos colectivos. En esta última etapa de su vida, Fina ha sido un ejemplo de independencia y de ética profesional-

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