El pacto para nuevas elecciones no frena el avance de los rebeldes en Albania

La tierra desaparece rápidamente bajo los pies del presidente albanés, que ayer anunció en un mensaje a la nación que accede a todas las condiciones básicas planteadas por sus adversarios políticos y los rebeldes que cada día, y ayer no fue una excepción, le comen unos pocos kilómetros en el sur del país. En un solemne mensaje televisado, rodeado de sus más significados rivales políticos, Sali Berisha amplió a una semana el plazo para que los insurrectos entreguen sus armas y se comprometió a la formación de un Gobierno de "reconciliación nacional" y a la celebración de nuevas elecciones antes...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La tierra desaparece rápidamente bajo los pies del presidente albanés, que ayer anunció en un mensaje a la nación que accede a todas las condiciones básicas planteadas por sus adversarios políticos y los rebeldes que cada día, y ayer no fue una excepción, le comen unos pocos kilómetros en el sur del país. En un solemne mensaje televisado, rodeado de sus más significados rivales políticos, Sali Berisha amplió a una semana el plazo para que los insurrectos entreguen sus armas y se comprometió a la formación de un Gobierno de "reconciliación nacional" y a la celebración de nuevas elecciones antes de que acabe junio. Berisha, que en el curso de una semana ha retrocedido vertiginosamente desde una intransigencia altanera a las posiciones de ayer, anunció también una amnistía general para todos los albaneses, militares incluidos, que se han sumado a la revuelta popular antigubernamental, iniciada en enero tras el colapso de los extendidos planes de ahorros piramidales, que prometían fabulosos réditos mensuales. En un gesto para la galería, el jefe del Estado aprovechó para declarar la fecha de ayer como día de luto por quienes han perdido la vida en la convulsión que está sacudiendo al arruinado país subalcánico. Son ya decenas de víctimas del conflicto, a las que ayer se sumaron otras cinco en duros enfrentamientos entre fieles a Berisha y gentes de Permet, en el alzado sur.