Reportaje:

Patrañas y rumores

Ruth Gabriel y Pepe Navarro montan una pantomima mientras 'Efecto F' juega al sensacionalismo

La patraña televisiva de la noche del miércoles tuvo dos protagonistas de excepción y un secundario de peso, de esos que se llevan un oscar a casa jugando sucio. La actriz Ruth Gabriel y el presentador del programa Esta noche cruzamos el Mississippi, de Tele 5, Pepe Navarro, montaron una irritante pantomima con la que juguetearon toda la noche, eso sí, con la ayuda inestimable de todo un doctor Ramírez, un puñado de radiografías y graves diagnósticos. Lo que en principio pareció una involuntaria caída se reveló luego como todo un engaño."Y ahora vamos a recibir a una de las p...

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La patraña televisiva de la noche del miércoles tuvo dos protagonistas de excepción y un secundario de peso, de esos que se llevan un oscar a casa jugando sucio. La actriz Ruth Gabriel y el presentador del programa Esta noche cruzamos el Mississippi, de Tele 5, Pepe Navarro, montaron una irritante pantomima con la que juguetearon toda la noche, eso sí, con la ayuda inestimable de todo un doctor Ramírez, un puñado de radiografías y graves diagnósticos. Lo que en principio pareció una involuntaria caída se reveló luego como todo un engaño."Y ahora vamos a recibir a una de las promesas más increíbles de nuestro cine". Así anunciaba Pepe Navarro la llegada al plató del programa de la actriz Ruth Gabriel famosa, de momento, por un único título en su carrera, Días contados, de Imanol Uribe. Llegó y tuvo un tropiezo espectacular. Cayó rodando al suelo, donde quedó tendida con ojos semiextraviados y como paralizada. Pepe Navarro da un salto y grita. La cámara enfoca al público, que, desconocedor de toda la patraña, se alarma. Los gemidos de la actriz contrastan con los gritos histéricos de todo el personal que se arremolina en torno suyo. "No la toquéis, no la toquéis, que venga el médico", clamaba Navarro. Y eso sí, un cámara casi por el suelo enseñaba bien claramente al espectador el rostro de dolor de Ruth Gabriel.

Pero lo mejor estaba por llegar: las conexiones en directo con la enfermería de Tele 5. Allí estaba el doctor Ramírez, con una enfermera y Ruth Gabriel tendida en la camilla, con un hilillo de sangre en la comisura de los labios. Pepe Navarro en el plató, angustiado: "Es la primera vez en mi historia profesional que me sucede algo así. Estamos francamente preocupados por la situación de Ruth Gabriel". En la enfermería, el doctor Ramírez tomaba el pulso a la actriz. "Parece que habla", indaga Navarro al médico. "Sí, Pepe, parece que se ha hecho daño a nivel de la cuarta cervical; parece que le ha afectado también a los nervios". Ruth Gabriel gemía y crecía la preocupación de su entrevistador. "¿Habrá que trasladarla, doctor?". "Creo que sí, porque este tipo de lesiones necesitan un tratamiento especializado", diagnosticaba el supuesto doctor Ramírez. La ambulancia estaba de camino, las radiografías casi a punto y el programa continuaba con la repetición, a cámara lenta, de la caída de la actriz.Nueva conexión en directo con la enfermería. El doctor Ramírez ya tiene las radiografías y se muestra preocupado. A Ruth Gabriel le han puesto un collarín y sus gemidos se han convertido en llanto. "No sé qué decir. Nos van a disculpar por lo que ha ocurrido. Tendremos que improvisar lo que tenía que ser la entrevista con Ruth Gabriel. Sentímos profundamente el percance", seguía lamentándose Navarro. Pero su preocupación continuaba en la enfermería. Palabras tranquilizadoras del médico: "Se está recuperando. Empieza a sentir los pinchacillos de la aguja. Está más orientada". "¿Sabes dónde estás?¿Qué día estamos", le preguntaba a la enferma. Esta se iba restableciendo y despertando del letargo poco a poco y su nerviosismo iba en aumento. "No hay lesiones óseas. Lo que tiene es una fuerte contractura en las cervicales, o sea, un esguince. Se ha roto los ligamentos", todo eso iba diciendo el hombre del batín blanco. La siguiente y última conexión en enfermería presenta a Ruth Gabriel, ya sentada en la camilla y sonriente. El médico, al lado. "Ya estoy mejor". "Ha sido más el susto...".Todo el montaje se desvela en el plató. Ruth Gabriel, todavía con el collarín, se desmelena a patadas y puñetazos con unos espontáneos que surgen del público. Todos, los maletillas y la propia Ruth, forman parte, de una escuela de especialistas en escenas con peligro para el cine. Despojada del collarín, la actriz pide perdón por toda la gente preocupada que ha llamado al programa: familiares suyos, el padre de Pepe Navarro y público en general. "Mi intención no era dar un disgusto a nadie", se disculpaba Ruth Gabriel, mientras Pepe Navarro decía: "Estamos contentos de que hayan ustedes sentido algo".

Pero la madrugada del miércoles deparó más sorpresas. En la cadena de la competencia, Antena 3, Efecto F incorporó un nuevo género informativo: la crónica rosa, apoyada en el rumor. El programa que presenta Francis Lorenzo fue altavoz de los comentarios de la periodista María Eugenia Yagüe, que durante media hora estuvo dando vueltas al rumor, que aseguró circulaba por todos sitios, de que el padre del hijo de Isabel Sartorius, que nacerá en junio, podría ser el mismísimo, príncipe Felipe. Isabel Sartorius se casó recientemente en Londres con Javier Soto. "Habrá que esperar", dijo la periodista, " a ver sí el niño es rubio y con ojos azules".

Efecto F ha entrado así al trapo del morbo, ignorando la declaración de principios de los responsables de la cadena de hacer un programa de madrugada ajeno a las provocaciones. Por Efecto F han desfilado en los últimos días desde ninfómanas hasta expertas en sadomasoquismo. Su presencia no ha sido sólo testimonial. Sus experiencias sexuales han sido ilustradas con abundantes imágenes en las que se mostraban sus habilidades.

Pero este nuevo estilo ha dado frutos. El programa de Antena 3 se acerca poco a poco al de Tele 5. El martes pasado estuvieron a sólo dos puntos y medio de distancia. Uno de cada dos espectadores estuvo pendiente de Efecto F y Esta noche cruzamos el Mississippi casi a partes iguales (20,9% del total de la audiencia en el primer caso y 23,3% en el segundo).

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