Canal Sur, Telemadrid y TV-3 se alían en el culebrón español 'Vidas cruzadas'
Las televisiones autonómicas Canal Sur, Telemadrid y TV-3 han decidido unirse para hacerles la competencia a los culebrones latinoamericanos. El arma es la serie Vidas cruzadas -que el canal andaluz comenzará a emitir el próximo día 27 a las 20.00 y Telemadrid lo en febrero-, una producción que utiliza "los mismos mecanismos de enganche que las telenovelas, pero que tiene contenidos de actualidad", explicó ayer en Sevilla José Velasco, de Zeppelin TV, la productora de la serie, de la que se han rodado ya 20 de los 65 capítulos previstos.Tres familias de distintas clases sociales y regio...
Las televisiones autonómicas Canal Sur, Telemadrid y TV-3 han decidido unirse para hacerles la competencia a los culebrones latinoamericanos. El arma es la serie Vidas cruzadas -que el canal andaluz comenzará a emitir el próximo día 27 a las 20.00 y Telemadrid lo en febrero-, una producción que utiliza "los mismos mecanismos de enganche que las telenovelas, pero que tiene contenidos de actualidad", explicó ayer en Sevilla José Velasco, de Zeppelin TV, la productora de la serie, de la que se han rodado ya 20 de los 65 capítulos previstos.Tres familias de distintas clases sociales y regiones son las protagonistas de la serie, realizada por Sonia Sánchez. Los actores Lucina Gil y José Manuel Seda son los hermanos en tomo a los que gira toda la trama. La herencia que deja un acaudalado empresario, padre de dos hermanos abandonados al nacer y adoptados por distintas familias, es el detonante de la historia. Entre los intérpretes figuran Eva Pedraza, Juan Gea, Tony Isbert, Alfonsa Rossa, Francisco Vidal y Ernesto Martín.
La serie -con una aportación de cada cadena de unos 180 millones de pesetas- respeta el habla de cada una de las familias. "Es la primera vez que para una producción nacional podemos conservar nuestro acento. En Cataluña doblarán a la familia catalana en su lengua, pero podrán oír también el acento andaluz", asegura el sevillano Ernesto Martín. La idea del guión, de Mercedes Roca y Antonio Hernández, partió de un hecho real: el robo de los archivos de un orfelinato, que descubrió a los jóvenes adoptados quiénes eran sus padres biológicos.