Crítica:

Simpática, divertida y actual

Como decía Williara Goldinan en Las aventuras de un guionista en Hollywood, el éxito de una película es impredecible. En televisión, esta máxima es más acertada y, sobre todo, para los programadores, mucho más temible. De ahí que Tele 5 se cubra las espaldas adaptando lo que ha sido uno de los bombazos comerciales del cine: español reciente: Todos los hombres sois iguales, de Manuel Gómez Pereira, estrenada anoche en una versión que mantiene la idea original, pero presenta nuevo reparto y nuevas peripecias.La serie se sustenta en un humor que juega a la siempre eficaz guerra de l...

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Como decía Williara Goldinan en Las aventuras de un guionista en Hollywood, el éxito de una película es impredecible. En televisión, esta máxima es más acertada y, sobre todo, para los programadores, mucho más temible. De ahí que Tele 5 se cubra las espaldas adaptando lo que ha sido uno de los bombazos comerciales del cine: español reciente: Todos los hombres sois iguales, de Manuel Gómez Pereira, estrenada anoche en una versión que mantiene la idea original, pero presenta nuevo reparto y nuevas peripecias.La serie se sustenta en un humor que juega a la siempre eficaz guerra de los sexos: los hombres son unos guarros y las mujeres, hasta cierto punto, unas sufridoras que deciden poner punto final a su mansedumbre. Toda la misoginia que destila el trío protagonista -y que finalmente se vuelve contra ellos- y toda la crueldad mezquina de sus ex esposas -que les produce más angustia que a suspropias víctimas-, forman el motor del enredo, los chistes y diálogos. La simplificación hasta el tópico es, en el caso de un episodio piloto que busca la presentación de los personajes, la clave para la precisa identificación de cada uno de ellos.

Esos hombres que beben cerveza y supuran testosterona frente al televisor, que orinan fuera de la taza y creen que "el sexo, el desorden y el descontrol son parte de las fantasías masculinas" son los mismos hombres que odian a las mujeres, pero no pueden vivir sin ellas ("las mujeres son como las pelotas de squash: cuanto más fuerte les das, más pronto vuelven") y se ponen celosos cuando ven a un niñato besando a su hija o fingen voces para hablar por teléfono con su hijo.

La ironía del equipo creativo es sana. Incluso han bautizado a los personajes con sus propios nombres: Joaquín (Oristrell), que interpreta Josema Yuste, Juan Luis (Iborra, abordado por Luis Fernando Alvés), Manolo (Gómez Pereira, encarnado por Tito Valverde) y Yolanda (García Serrano, la heroína de la limpieza que interpreta Ana Otero).

La serie se alimenta, sobre todo, de un humor de gags y diálogos que, sin embargo, parecen más trepidantes sobre el papel que en la pantalla. Esa falta de rapidez de reflejos, habitual del lenguaje de las telecomedias españolas, se suple con una más que eficaz interpretación coral. Brillan los secundarios (también es una tradición nuestra), sobre todo Elisa Matilla, estupenda actriz de comedia con una elegancia hasta ahora desaprovechada; aunque la protagonista es el gran descubrimiento: el personaje parece un amuleto, ya que a Cristina Marcos, protagonista de la película le valió el Goya a la mejor actriz.

Todos los hombres sois iguales es una serie divertida, simpática, actual, alejada de la caspa dominante, y cercana a un modelo de telecomedia que no sólo no hiere al espectador, sino que busca su diversión con complicidad.

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