Lébed duda de que Yeltsin firmase el "alarmante" decreto

La orden de aplastar Grozni agudiza la lucha por el poder en el Kremlin

La orden presidencial de "restablecer la legalidad" en Grozni, que, en la práctica, puede suponer un baño de sangre y la, destrucción de lo poco que queda en pie en la capital chechena, ha agudizado la cada vez menos soterrada lucha por el poder en el Kremlin. El general Alexandr Lébed, jefe del Consejo de Seguridad, puso ayer públicamente en duda que el "alarmante decreto" fuese firmado por Yeltsin, quien ayer contribuyó a disparar todas las especulaciones al poner tierra por medio e irse dos días de vacaciones a la bucólica región de los lagos de Valdái. Atrás deja un agitado avispero, con u...

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La orden presidencial de "restablecer la legalidad" en Grozni, que, en la práctica, puede suponer un baño de sangre y la, destrucción de lo poco que queda en pie en la capital chechena, ha agudizado la cada vez menos soterrada lucha por el poder en el Kremlin. El general Alexandr Lébed, jefe del Consejo de Seguridad, puso ayer públicamente en duda que el "alarmante decreto" fuese firmado por Yeltsin, quien ayer contribuyó a disparar todas las especulaciones al poner tierra por medio e irse dos días de vacaciones a la bucólica región de los lagos de Valdái. Atrás deja un agitado avispero, con un enfrentamiento abierto entre el partido de la guerra, en el que parecen militar los propios jefes del Ejército ruso en Chechenia, y Lébed, convertido en defensor de una solución política al conflicto bélico que pasa por la negociación abierta con los independentistas. En opinión del general, el decreto presidencial refleja "falta de competencia" y una "apresurada preparación", y conducirá, de aplicarse, al exterminio masivo de civiles y una "justa explosión de indignación en todo el país". Ayer, la situación en la capital de la república rebelde era caótica, con columnas de refugiados huyendo entre bombardeos de artillería y el corte de algunas rutas de escape por los preparativos de la gran ofensiva. El resultado de anteriores batallas hace dudar, además, de que sea posible derrotar militarmente a los independentistas.