GENTE

ATRACCIÓN TURÍSTICA

Una característica de los suecos es su sentido pragmático que los hace propensos a buscar el lado positivo y rentable, si es posible, de sus fracasos. El ejemplo más conocido es el del buque de guerra Vaza, que en 1628 se hundió en las costas de Estocolmo, en su. viaje inaugural, cuando se hacía a la mar en busca de conquistas. Reflotado en 1961, se convirtió en una de las mayores atracciones turísticas de Suecia y en el museo más visitado del país. Un fracaso reciente, esta vez en tierra firme, puede convertir a la ciudad de Boden, de unos 20.000 habitantes, al norte del país, en una nueva at...

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Una característica de los suecos es su sentido pragmático que los hace propensos a buscar el lado positivo y rentable, si es posible, de sus fracasos. El ejemplo más conocido es el del buque de guerra Vaza, que en 1628 se hundió en las costas de Estocolmo, en su. viaje inaugural, cuando se hacía a la mar en busca de conquistas. Reflotado en 1961, se convirtió en una de las mayores atracciones turísticas de Suecia y en el museo más visitado del país. Un fracaso reciente, esta vez en tierra firme, puede convertir a la ciudad de Boden, de unos 20.000 habitantes, al norte del país, en una nueva atracción turística. Así lo esreta al menos Ewa Iggström, directora de la oficina de turismo local. El hecho ocurrió días pasados, cuando un equipo de técnicos debía provocar el derribo de dos grandes edificios de ocho pisos de aquella ciudad con un método desarrollado por los suecos de explosiones sucesivas y graduales que en pocos segundos debían reducir a tierra rasa los dos mastodontes. Con gran expectación y cámaras de televisión presentes, algo falló y, tras una explosión que destruyó los dos primeros pisos, ambos edificios permanecieron en pie, aunque inclinados, semejando dos gigantescas torres de Pisa o un mal remedo de las torres de KIO en Madrid. Un fracaso sonado que debe haber repercutido hasta en la tumba de Alfred Nobel, cuyo invento de la dinamita permitió crear los premios que llevan su nombre. Ewa lggström comentó que, pese al mal tiempo,son numerosísimas las personas que se acercan al lugar para observar la extraña fisonomía del pasaje.-

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