LA LLAVE DE LA VERGUENZA

Una sola persona, o más bien una vulgar llave, ha logrado poner en el más absoluto ridículo a la ministra holandesa de Justicia, Winnie Sordrager. Un individuo, que por razones obvias ha preferido permanecer en el anonimato, consiguió hacerse con la llave de la puerta principal de una cárcel donde los detenidos pasan sus primeras horas y se hizo un duplicado. Afortunadamente, sus intenciones eran honradas, y en lugar de facilitar la libertad a los prisioneros, se limitó a llevar en persona, la llave al periódico sensacionalista. y de más tirada en Holanda, De Telegraaf. El...

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Una sola persona, o más bien una vulgar llave, ha logrado poner en el más absoluto ridículo a la ministra holandesa de Justicia, Winnie Sordrager. Un individuo, que por razones obvias ha preferido permanecer en el anonimato, consiguió hacerse con la llave de la puerta principal de una cárcel donde los detenidos pasan sus primeras horas y se hizo un duplicado. Afortunadamente, sus intenciones eran honradas, y en lugar de facilitar la libertad a los prisioneros, se limitó a llevar en persona, la llave al periódico sensacionalista. y de más tirada en Holanda, De Telegraaf. El desinteresado anónimo, que se declaró simpatizante anarquista, explicó durante la rápida entrega del cuerpo del delito, que su acción sólo tenía un mensaje: hacer patente el enorme caos y descontrol que existe en la justicia holandesa. Y de momento lo consiguió, aunque, como ha recalcado algún medio de comunicación del país, la llave, afortunadamente, sólo abría la puerta principal y no era la maestra que abría todas y cada una de las celdas.-

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