Un oficio sin guión

Los problemas del sector reúnen a escritores de televisión de toda España

Los guionistas de televisión se quejan de trabajar a toda prisa, sin tiempo para elaborar como quisieran los diálogos y secuencias de los culebrones y comedias. Constatan las lamentables condiciones contractuales que perduran, y que en muchos casos obvian la legalidad vigente". Se preocupan por la estandarización de los formatos y temen que esa euforia transitoria que ha llevado a las autonómicas a lanzarse a la producción de culebrones en serie se acabe y dé con sus huesos en el paro. Piden que se redacten "contratos marco para unificar criterios y amparar la creación audiovisual" y que estos...

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Los guionistas de televisión se quejan de trabajar a toda prisa, sin tiempo para elaborar como quisieran los diálogos y secuencias de los culebrones y comedias. Constatan las lamentables condiciones contractuales que perduran, y que en muchos casos obvian la legalidad vigente". Se preocupan por la estandarización de los formatos y temen que esa euforia transitoria que ha llevado a las autonómicas a lanzarse a la producción de culebrones en serie se acabe y dé con sus huesos en el paro. Piden que se redacten "contratos marco para unificar criterios y amparar la creación audiovisual" y que estos contratos sean negociados colectivamente con las diversas televisiones y asociaciones de productores. Durante tres días, guionistas y responsables de las cadenas públicas y privadas se han reunido en Barcelona en las II Jornadas del Guión, La televisión de las ideas, organizadas por Associació d'Escriptors en Llengua Catalana.También han intercambiado anécdotas del trabajo en sus respectivas series. Miguel Ángel Murado, guionista de la recién estrenada telecomedia Platos combinados en la televisión gallega, recuerda que el equipo que escribió la primera parte no se pudo reunir en ningún momento. "Uno de los motivos que impedían que pudiéramos trabajar físicamente juntos es que uno de los guionistas, de los cinco que somos, es piloto de aviación civil. De vez en cuando, nos llamaba y nos decía: 'En el vuelo tal os envío el capítulo cual".

Los guionistas de Platos combinados han tomado como modelo las series de humor británicas, más ácidas e irreales que las españolas. Mientras, los guionistas vascos triunfan con Goenkale, el culebrón que relata odios y rencillas de dos hermanos de un pueblo imaginario de Euskadi. La vida en Goenkale se acerca más a la vida real que en su pariente gallego. "Los personajes de Goenkale fuman", pone como ejemplo el guionista Iñazio Múgica, quien añade que dos de los homosexuales de esta telenovela se daban un beso en un bar "con toda normalidad". La afirmación es acogida con sorpresa por el resto de los guionistas.

En Poble Nou, el primer culebrón producido por TV-3, los personajes no fumaban. Y los homosexuales no pasaban de un tierno abrazo o de una inocente caricia en la calle. "Además, los gays o los negros que aparecían en la serie tenían que ser personajes encantadores y nada problemáticos", añade Gisela Pou, una de las guionistas de la telenovela catalana.

Carmen Domínguez, subdirectora del departamento de producción externa de Antena 3, consignó que las televisiones persiguen "la rentabilidad económica a través de sus programaciones". Domínguez reconoció que la lucha por las audiencias influye en la puesta en marcha de nuevas ideas.

Ignacio del Moral, del equipo de guionistas de Farmacia de guardia, era un escritor teatral cuando le llamaron para escribir para una telecomedia de Antena 3. "Sólo sabíamos que la serie se iba a llamar Farmacia de guardia", explica. "Y, por supuesto, se llama así por otra serie de éxito: Juzgado de guardia". Este guionista asegura que es una serie "cómoda de escribir, porque tenemos varios días para cada capítulo". Pero añade que, esta comodidad se convierte, a veces, en un inconveniente: ha tenido que escribir alguno de los capítulos hasta siete veces.

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