FURIOSA CON DIANA

Bajo la apabullante corona, el rostro de la reina Isabel II aparecía sombrío durante la ceremonia de inauguración de la nueva sesión del Parlamento británico celebrada ayer. Fuentes de Buckingham Palace reconocieron que su majestad había reaccionado con "furia", lisa y llanamente, ante la noticia de que la princesa Diana de Gales había concedido su primera entrevista larga y en solitario a la BBC. Lo normal en este tipo de asuntos es que el miembro de la familia real requerido ante las cámaras consulte a la soberana al respecto. Sin embargo, en un nuevo gesto de osadía que ha lev...

Bajo la apabullante corona, el rostro de la reina Isabel II aparecía sombrío durante la ceremonia de inauguración de la nueva sesión del Parlamento británico celebrada ayer. Fuentes de Buckingham Palace reconocieron que su majestad había reaccionado con "furia", lisa y llanamente, ante la noticia de que la princesa Diana de Gales había concedido su primera entrevista larga y en solitario a la BBC. Lo normal en este tipo de asuntos es que el miembro de la familia real requerido ante las cámaras consulte a la soberana al respecto. Sin embargo, en un nuevo gesto de osadía que ha levantado ampollas en círculos monárquicos, la ex esposa del príncipe de Gales mantuvo en secreto la propuesta, primero, y la realización de la entrevista, después, grabada en el palacio de Kensington hace unas semanas. Según un portavoz de la BBC, que emitirá la entrevista el lunes en su programa Panorama, la princesa accedió al requerimiento del periodista Martin Bashir y se mostró dispuesta a mantener una larga conversación sin cortapisa temática alguna. "Su familia, su separación matrimonial y sus futuros planes de vida" se abordan a lo largo de la entrevista con toda naturalidad, según la misma fuente. Lo único que reclamó Diana de Gales a los representantes de la televisión pública británica fue discreción. Una petición aceptada con gusto por la BBC hasta que el martes, coincidiendo con el 47º cumpleaños del príncipe Carlos, su ex esposa decidió que había llegado el momento de advertir a su suegra de lo que se avecina.-