Prado entrega al fiscal una carta de De la Rosa que niega pagos políticos

El financiero Manuel Prado y Colón de Carvajal declaró ayer durante cuatro horas y media ante el fiscal José Aparicio -que instruye las diligencias sobre el presunto chantaje al rey Juan Carlos-, a quien entregó cuatro documentos. Tres de ellos son cartas presuntamente falsificadas por Javier De la Rosa (ver EL PAÍS de ayer) y dirigidas a las autoridades de Kuwait. El cuarto documento es una carta enviada por Javier de la Rosa a Manuel Prado en la que afirma que KIO jamás le transfirió dinero, ni en España ni en el extranjero, "para atender pagos políticos a personalidades o instituciones"....

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El financiero Manuel Prado y Colón de Carvajal declaró ayer durante cuatro horas y media ante el fiscal José Aparicio -que instruye las diligencias sobre el presunto chantaje al rey Juan Carlos-, a quien entregó cuatro documentos. Tres de ellos son cartas presuntamente falsificadas por Javier De la Rosa (ver EL PAÍS de ayer) y dirigidas a las autoridades de Kuwait. El cuarto documento es una carta enviada por Javier de la Rosa a Manuel Prado en la que afirma que KIO jamás le transfirió dinero, ni en España ni en el extranjero, "para atender pagos políticos a personalidades o instituciones".

Manuel Prado hizo una larga exposición ante el fiscal Aparicio sobre sus relaciones con Javier De la Rosa. Empezó por explicar que De la Rosa se le acercó en la época en que era vicepresidente y consejero del Banco Garriga Nogués, hacia el año 1984, aproximadamente, para interesarle por un proyecto hortofrutícola llamado Tierras de Almería. Prado decidió no entrar en la operación. Más tarde, ambos empezaron a trabajar juntos en diferentes proyectos en el sector financiero e inmobiliario. Finalmente, en 1991, Prado fue nombrado vicepresidente de la sociedad Grand Tibidabo, el nuevo proyecto que De la Rosa emprendió tras la crisis de sus relaciones con Kuwait Investment Office (KIO). Prado dimitió el 23 de diciembre de 1992 en Grand Tibidabo. Por su parte, Javier de la Rosa se enfrenta a una querella criminal por estafa, apropiación indebida y falsedad y actualmente se encuentra en libertad bajo fianza. Hacia el mes de mayo de 1993, según su narración, supo que existían una serie de cartas falsas que respondían a las características de un fotomontaje. Se trataba de dos misivas con su firma y el emblema de la Corona.