Anguita se echa a la calle

IU inicia su campaña de movilizaciones repartiendo folletos

¡Julio! ¡Julio! ¿Qué hacemos?". "Leer. Lo primero, leerlos", responde Julio Anguita, coordinador general de IU, mientras reparte los folletos con los que la coalición inicia su campaña de movilizaciones.Puerta del Sol de Madrid. Empujones, codazos, micrófonos, cámaras... Julio Anguita, chaqueta oscura, pantalón gris, lucha por abrirse paso entre los periodistas que le gritan, le preguntan, le acosan con casetes y micrófonos cubiertos de gomaespuma de colores.

Julio Anguita pugna por llegar hasta las personas que le llaman -"¡Julio! ¡Julio!"-, se pelean por tocarle, extienden la mano...

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¡Julio! ¡Julio! ¿Qué hacemos?". "Leer. Lo primero, leerlos", responde Julio Anguita, coordinador general de IU, mientras reparte los folletos con los que la coalición inicia su campaña de movilizaciones.Puerta del Sol de Madrid. Empujones, codazos, micrófonos, cámaras... Julio Anguita, chaqueta oscura, pantalón gris, lucha por abrirse paso entre los periodistas que le gritan, le preguntan, le acosan con casetes y micrófonos cubiertos de gomaespuma de colores.

Julio Anguita pugna por llegar hasta las personas que le llaman -"¡Julio! ¡Julio!"-, se pelean por tocarle, extienden la mano para alcanzar el folleto que el líder de IU intenta hacerles llegar y que, finalmente, acaba en las manos de algún fotógrafo.

Es casi la una. Los dirigentes de IU han esperado pacientemente a que llegara "Julio, que se ha retrasado porque ha tenido que ir a la Embajada de Israel, por lo de Rabin". Hoy en toda España, se inicia la campaña de movilizaciones con el reparto de folletos en los que IU quiere expresar, "para reflexión de los ciudadanos", su postura, sus opiniones sobre la situación política, económica y social del país.

Mañanita de sol. "¿Qué hacemos, Julio, qué hacemos?"'. Viejos militantes del PCE, de IU, que cogen los folletos con la misma unción que si fuera la sagrada hostia. "Leerlo" dice Anguita. "Y luego, actuar". Jóvenes que se acercan en parejas y que se animan unos a otros: "Venga, tía, venga. Vamos a pedirle un puesto de trabajo". Pero no se atreven. Se ríen con risa gansa, se empujan, se van.

Todos los dirigentes. O casi todos: Paco Frutos, Ángel Pérez, Rosa Aguilar, Mariano Santiso, Félix Martínez de la Cruz, Franco González, Pablo Castellano, Víctor Ríos... Se mezclan con viandantes y ociosos, parados y señoras que vienen de El Corte Inglés. Y gentes con los años de militancia marcados en la cara, que se acercan a los dirigentes que han visto por la tele. "Usted es el que está en las Cortes, ¿no? Es que quiero saludarle. Yo soy de Benavente. Le admiro mucho". "Gracias, señora" dice Diego López Garrido, "gracias". "A seguir luchando", dice la mujer. Y se va tan contenta con sus papeles.

Pequeñas discusiones de los que no quieren la división de la izquierda. "Izquierda Unida está para unir, no para desunir. Que vosotros...".. "¿Nosotros? Vas a venir con nosotros, tú, vas a ver tú...". Gritan, se acaloran defendiendo la unidad, si es necesario, a golpes.

Julio Anguita lo había dicho antes en la Cadena SER. Dijo que "nunca ha habido pinza" entre el PP e IU, y, tras mandar al paro a quienes escriben cosas así (véase EL PAÍS de ayer), aclararía: "Nosotros no atacamos ni al PSOE ni al PP. Atacamos las políticas que el PSOE pone en práctica. Hoy gobierna el PSOE y mañana lo hará el PP. Y nosotros mantendremos la misma actitud crítica". Uno de los folletos se ocupa precisamente de "desmontar toda esa inmensa estafa que han hecho sobre la famosa pinza ".

Julio apenas ha podido dar veinte pasos por la plaza. Prácticamente rodeado por unos y por otros, intenta repartir folletos mientras trata de contestar a las preguntas de los periodistas. "Es un acto que sólo ha convocado Izquierda Unida. Nosotros nos creemos tan legitimados como los sindicatos para convocar movilizaciones. El pueblo les pasará la factura por su actitud" dice. Antonio Ordóñez, responsable de prensa de UGT, le exigiría luego respeto. Y le diría que "los sindicatos, la UGT en concreto, estamos dando puntual y rigurosa respuesta a los problemas de los trabajadores. Y hay ejemplos".

El pueblo, el que se halla aquí congregado, en estos momentos anda medio alborotado. A un viejo militante le ha desaparecido la cartera y señala a un joven que pugna por acercarse a Anguita, que le pide uno de los folletos. "Ése, ése ha sido". El muchacho, con disimulo, deja caer la cartera al suelo, mientras dos guardias le arrinconan contra la pared. No le encuentran nada, claro.

Todo se aprovecha para el convento. Y mientras los dirigentes entregan los trípticos y sonríen como en campaña electoral, un viejo con pegatinas de IU vocea la lotería de Navidad del PCE. "Que va a tocar, que es para el partido, compañeros", y añade: "Y para Izquierda Unida, claro".

La gente corea el Himno de Riego que otro veterano interpreta a la armónica: "Si los curas y monjas supieran...". La Internacional, que había interpretado momentos antes, tuvo menos éxito. Se ve que la gente está más dispuesta a asaltar los oratorios y las iglesias que a poner en pie a parias y famélicas legiones.

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