DIANA, SU DOCTOR Y LOS 'CHISMES' DEL ORDENADOR

Una nueva pesadilla acecha a la princesa Diana. Sus relajadas vacaciones en Marbella, acompañada por sus dos hijos, tuvieron un brusco final este fin de semana: la noticia del robo de su historial clínico. La princesa más lánguida de la nobleza europea, que buscaba la soledad en una apacible casa de campo de la Costa del Sol, echó llaves a la encalada vivienda y mandó a sus pequeños Gille y Harry de carnaza para distraer a los paparazzi. ¡Nadie captó sus pechos desnudos! Unos reporteros lo intentaron a bordo de una lancha y protagonizaron un castañazo marítimo: ¡como en ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Una nueva pesadilla acecha a la princesa Diana. Sus relajadas vacaciones en Marbella, acompañada por sus dos hijos, tuvieron un brusco final este fin de semana: la noticia del robo de su historial clínico. La princesa más lánguida de la nobleza europea, que buscaba la soledad en una apacible casa de campo de la Costa del Sol, echó llaves a la encalada vivienda y mandó a sus pequeños Gille y Harry de carnaza para distraer a los paparazzi. ¡Nadie captó sus pechos desnudos! Unos reporteros lo intentaron a bordo de una lancha y protagonizaron un castañazo marítimo: ¡como en Miami vice! Diana de Gales necesita los servicios de un policía aguerrido, tipo Don Johnson, para recuperar sus comprometedores datos grabados en la memoria del ordenador portátil del doctor Roderick Lane. Allí está escrito todo sobre su bulimia nerviosa, algunas claves acerca de los intentos de suicidio y los secretos de su fracaso matrimonial. ¡Qué mala suerte tiene esta chica! Continúa el culebrón del annus horribilis, ahora con doctor incluido.-

Archivado En