El príncipe de las audiencias

Más de cuatro millones de españoles siguen cada día las peripecias de Will Smith

Fue una de las series más aplaudidas de 1993. En esta temporada, las tribulaciones de los nuevos episodios de El príncipe de Bel Air convocan a las 14.30, de lunes a domingo, en Antena 3, a más de cuatro millones de espectadores. El actor y rapero Will Smith, cada sobremesa, es otra vez el príncipe de las audiencias.El supernatural y simpático Will tiene 25 años, nació en Filadelfia y es una megaestrella internacional de tres velocidades: televisión, música y cine. En la telecomedia de El príncipe de Bel Air interpreta a un sobrino pobre y adoptivo de los Banks, una familia afroa...

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Fue una de las series más aplaudidas de 1993. En esta temporada, las tribulaciones de los nuevos episodios de El príncipe de Bel Air convocan a las 14.30, de lunes a domingo, en Antena 3, a más de cuatro millones de espectadores. El actor y rapero Will Smith, cada sobremesa, es otra vez el príncipe de las audiencias.El supernatural y simpático Will tiene 25 años, nació en Filadelfia y es una megaestrella internacional de tres velocidades: televisión, música y cine. En la telecomedia de El príncipe de Bel Air interpreta a un sobrino pobre y adoptivo de los Banks, una familia afroamericana residente en la lujosa zona residencial de Bel Air, en Los Ángeles. Los Banks no son una familia perfecta. "Si en la realidad no existen, no las vamos a crear en televisión", asegura el príncipe.

De sus casi siempre chispeantes diálogos se encargan Susan y Andy Borowitz, una pareja de guionistas blancos. La serie, una producción de Quincy Jones -el productor de Michael Jackson- para la NBC, ha sido un éxito en todo el mundo. Las aventuras que en España engancha a una millonaria e incondicional audiencia están basadas en la historia de Benny Medina (el auténtico príncipe de Bel Air, otro de los guionistas y productores de la telecomedia), pero le sientan al rapero como un guante y se acercan con humor a la realidad cotidiana de todo el mundo.

Will Smith comenzó su carrera artística en las filas del rap más intrascendente y divertido con el dúo D. J. Jazzy Jeff & The Fresh Prince. Sus saltarines videoclips son carne para el ca MTV y su música, ganadora un Grammy, se aleja de las corrientes, ahora muy en boga, del rap radical y de raperos delincuentes. Will Smith no es un rapero light, pero sí un prototipo de estrella de los noventa. Una estética de pintada callejera y de spray art de los ochenta presenta las peripecias del chico más chuleta de Bel Air. Una de sus contagiosas canciones, un hit escolar, sirve de sintonía.

Made in America y Six degress of separation han sido sus incursiones en la pantalla grande. Recientemente se ha editado Red Code, su quinto trabajo discográfico. La presencia del dúo en España el pasado año movió a una legión de seguidores adolescentes que dispensaron a su alteza un recibimiento espectacular. Su compinche el disjockey Jazzy Jeff se ha colado también en la corte de Bel Air. Muchos han decidido imitar su estilo, su forma de bailar, sus expresiones y la forma de saludarse levantando el pulgar o chocando las manos, como los jugadores del Rayo Vallecano.

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