La mala suerte de Paco Rabal

Sí, había que buscar lo mejor en las madrugadas: Guerra y paz, de King Vidor. Y la única española, sí que grande: Sonatas, de Bardem (Valle-Inclán) con Rabal. Mala suerte de Rabal que no le viera la gente (las ocho de la mañana de Navidad y sólo en Telemadrid) y en cambio le agarraran en su presentación de la galita de Tele 5, solemne, vestido de viejo caballero y ahuecada la voz (como en el verso de quien fue su amigo, León Felipe) y, más grave aún en Truhanes, qué horror.Acaba de publicar unos versitos en Abc (sí, escribe en verso en ese periódico, y a veces se en...

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Sí, había que buscar lo mejor en las madrugadas: Guerra y paz, de King Vidor. Y la única española, sí que grande: Sonatas, de Bardem (Valle-Inclán) con Rabal. Mala suerte de Rabal que no le viera la gente (las ocho de la mañana de Navidad y sólo en Telemadrid) y en cambio le agarraran en su presentación de la galita de Tele 5, solemne, vestido de viejo caballero y ahuecada la voz (como en el verso de quien fue su amigo, León Felipe) y, más grave aún en Truhanes, qué horror.Acaba de publicar unos versitos en Abc (sí, escribe en verso en ese periódico, y a veces se enfada cuando sus amigos, los que fueron los suyos, le dicen que no leen ese periódico; yo no me lo pierdo) criticando a los columnistas que defienden el cine americano en esta campaña de nacionalismo europeo, siendo así que a él le dan su pan en estas películas subvencionadas.

Hay que tener valor para desafiar a esa gente malencarada cuando se está haciendo Truhanes, y precisamente en nombre de ese cine: como los que están haciendo Farmacia de guardia, que también se amotinan. Y es que los actores siempre están perdonados. Unas veces por Franco, otras por la crisis, hacen- lo que sea y sin escrúpulos (es una doctrina de su profesión).

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