La derecha democrática francesa se niega a pactar con los racistas de Le Pen

El partido racista de Jean-Marie Le Pen va a encontrar grandes dificultades para sacar rentabilidad al 13,9% de los votos obtenido en las elecciones regionales del domingo en Francia. Nadie dice querer gobernar con ellos. La derecha democrática (RPR-UDF, 33%), vencedora relativa en 18 de las 22 regiones, prefiere teñirse de verde antes que asociarse con la ultraderecha. El interrogante no se despejará hasta el viernes, con la formación de los gobiernos en estas 18 regiones. Ese día, mediante voto secreto, los consejeros o parlamentarios regionales elegirán a sus presidentes para los pró...

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El partido racista de Jean-Marie Le Pen va a encontrar grandes dificultades para sacar rentabilidad al 13,9% de los votos obtenido en las elecciones regionales del domingo en Francia. Nadie dice querer gobernar con ellos. La derecha democrática (RPR-UDF, 33%), vencedora relativa en 18 de las 22 regiones, prefiere teñirse de verde antes que asociarse con la ultraderecha. El interrogante no se despejará hasta el viernes, con la formación de los gobiernos en estas 18 regiones. Ese día, mediante voto secreto, los consejeros o parlamentarios regionales elegirán a sus presidentes para los próximos seis años.El alcalde de París, Jacques Chirac -Agrupación para la República (RPR)-, y el ex presidente Giscard d'Estaing -Unión para la Democracia Francesa (UDF)- depositan sus esperanzas aliancistas en los verdes (6,8%) de Antoine Waechter.

Sólo dos regiones arrojaron mayorías absolutas para RPR-UDF: Auvernia (que presidirá D'Estaing) y Loira. El humillado partido en el poder, los socialistas del presidente François Mitterrand, consiguieron mayoría relativa en Norte-paso de Calais y Limousin, y pretenden aliarse con los comunistas (7,1%) y Generación Ecologista (7,1%) para no tener que ceder las dos presidencias regionales.

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