Recelo en Tokio ante la llegada de la BBC a Asia

Japón, segunda potencia en tecnología avanzada, pierde posiciones en el mundo de las comunicaciones por satélite, y la irrupción de la British Broadcasting Corporation (BBC) en el mercado asiático, hasta ahora controlado por la cadena de noticias Cable News Network (CNN) norteamericana, amenaza con empeorar esa desventaja. "Parece que la BBC se nos ha adelantado. Deberemos movernos con rapidez en el sector de la comunicación global", declaró Mikio Kawaguchi, presidente de la emisora pública NHK.

El lanzamiento por la BBC de un programa diario de 24 horas de noticias y reportajes, que, c...

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Japón, segunda potencia en tecnología avanzada, pierde posiciones en el mundo de las comunicaciones por satélite, y la irrupción de la British Broadcasting Corporation (BBC) en el mercado asiático, hasta ahora controlado por la cadena de noticias Cable News Network (CNN) norteamericana, amenaza con empeorar esa desventaja. "Parece que la BBC se nos ha adelantado. Deberemos movernos con rapidez en el sector de la comunicación global", declaró Mikio Kawaguchi, presidente de la emisora pública NHK.

El lanzamiento por la BBC de un programa diario de 24 horas de noticias y reportajes, que, comenzó el pasado mes a través del satélite chino Star TV, operado desde Hong Kong por HutchVision, preocupa a las compañías niponas de este sector y ha provocado las protestas del Ministerio de Correos y Telecomunicaciones. Un portavoz de este departamento aseguró que la cadena británica comenzó sus transmisiones sin haber esperado la conclusión de las preceptivas conversaciones sobre emisiones extranjeras establecidas en la International Telecommunications Union (ITU). "No es probable que el ministerio vaya a prohibir su entrada en Japón. Más que prohibirla nos gustaría completar el proceso negociador".El servicio de la BBC se puede captar en 38 países, donde habitan 2.700 millones de personas, cerca de la mitad de la población del mundo.

Christopher Irwin, ejecutivo de la corporación británica, calcula que en Asia hay un mercado de 170 millones de personas que hablan bien inglés. "Nuestro objetivo es ofrecer una alternativa a los seguidores de la CNN y conseguir el 5% de esa audiencia -8,5 millones de personas- en cinco o seis años". La mayor audiencia de la CNN asiática está concentrada en Japón, donde 150.000 hogares disponen de televisión por cable.

La CNN International esta presente en Asia desde 1982, y el mes pasado alcanzó un acuerdo con las autoridades indonesias para emitir por su satélite nacional Palapa hacia Indonesia, Filipinas, Malaisia, Singapur y Tailandia y proyecta abrir oficinas en Bangkok y Nueva Delhi. Las dos cadenas se financian mediante suscripciones y comerciales.

Mientras tanto, varios países del este asiático -Corea del Sur, Tailandia y Malaisia- han decidido dedicar 880 millones de dólares en los próximos años para reducir su dependencia de Intersalt, organización radicada en Washington que opera una red global de comunicaciones, y hacer frente a Japón, China y Hong Kong en el lanzamiento de satélites comerciales con una tecnología orbital conjunta o individual.

Proyecto japonés

En esta carrera por las comunicaciones desde el espacio, la cadena pública japonesa NHK había propuesto a otras cuatro estaciones privadas nacionales (Nippon TV, Fuji Tv Network, TV Asahi y Tokyo Broadcasting Network) la penetración en el mercado asiático con la GNN (Global News Network) para competir con la CNN y la BBC. Sin embargo, Mikio Kawaguchi anunció ayer en una conferencia de prensa que el proyecto ha sido abandonado "ya que se necesitarían recursos humanos y materiale! demasiado costosos". Keiji Shina, principal promotor de la idea, había alertado contra "el flujo constante de información proveniente de Estados Unidos" y la necesidad de equilibrar los contenidos con más noticias asiáticas y del resto del mundo. Kawaguchi agregó que la iniciativa era "magnífica pero inviable en estos momentos".La dependencia japonesa en la conexión por satélite y la renuncia gubernamental del año pasado, en favor de socios estadounidenses, a seguir adelante con un avanzado proyecto propio han levantado protestas entre las grandes corporaciones industriales del país.

Las críticas arreciaron cuando este año se perdió un satélite nipón de 100 millones de dólares lanzado al espacio por la General Dynamic en un cohete Atlas Centauro que debió ser destruido en vuelo al registrar fallos el sistema de navegación. Este fracaso se sumó a otros anteriores, y el nuevo lanzamiento para colocar en el espacio a un satélite japonés no está previsto para antes de 1993.

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