Reportaje:

"¿Jesús Hermida quién es, un político?"

Más de 40 pueblos del norte de España carecen de televisión

Sadam Husein... es ese que quiere guerra en el mundo, ¿no?", dice pensativo y con miedo a haberse equivocado un paisano de un pueblo de la sierra leonesa de Ancares, donde no hay televisión. Nadie conoce aquí a los veteranos presentadores de televisión Jesús Hermida o Rosa María Maleo. "¿Son políticos?". Manolo Escobar, Julio Iglesias o Isabel Pantoja ganan por unanimidad la encuesta improvisada.

A Madonna se la busca en las páginas de una vieja revista desgastada ya por los ojos de los mozos reivindicando el uso del corsé, pero ninguno de los presentes la ha podido ver en movimiento co...

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Sadam Husein... es ese que quiere guerra en el mundo, ¿no?", dice pensativo y con miedo a haberse equivocado un paisano de un pueblo de la sierra leonesa de Ancares, donde no hay televisión. Nadie conoce aquí a los veteranos presentadores de televisión Jesús Hermida o Rosa María Maleo. "¿Son políticos?". Manolo Escobar, Julio Iglesias o Isabel Pantoja ganan por unanimidad la encuesta improvisada.

A Madonna se la busca en las páginas de una vieja revista desgastada ya por los ojos de los mozos reivindicando el uso del corsé, pero ninguno de los presentes la ha podido ver en movimiento contoneándose en paños menores, algo sustancialmente diferente.Una veintena de pequeñas aldeas de León, de los municipios próximos a Salientes, Paradaseca, Valdeprado, Llanos de Cabrera, Espanillo, Suárbol y Toral de Merayo, entre otras localidades, no ven la televisión y se estima que otras tantas en Burgos, Cantabria y Asturias se hallan en la misma situación. Las zonas de sombra y sobre todo la desaparición paulatina en los últimos años de los habitantes de estos pueblos hacen difícil la instalación con éxito de reemisores y escasamente rentable la inversión.

"Aquí no se acuerda nadie de nosotros porque somos pocos votos", se dice en un pequeño corro de personas en Suárbol. "Vivir, lo que se dice vivir, se vive igual con o sin televisión pero sería más entretenido y los chavales aprenderían con ella más cosas de las que saben ahora".

"Cuando más se echa en falta la tele es de noche", asegura Rosa, de Suárbol. Una vez repartida la ración nocturna al ganado se prepara la cena en silencio. Hay tiempo para comentar los acontecimientos del día. Después se hojean revistas ya leídas, regalo de vecinos o amigos, entre ellas, Pronto, Semana y Diez Minutos. "Si se puede se escucha la radio y lo más tarde, a las diez, a la cama". A la mayoría les gustaría ver los concursos: "Ahí la gente sin trabajar se llevan un montón de dinero". Otros preferirían las películas.

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