González se reserva la autonomía del Gobierno y entrega al "aparato' el control del partido

Felipe González, reelegido secretario general del PSOE en el 32º congreso concluido ayer, reconoció en su discurso de clausura que la composición de la nueva ejecutiva federal es fruto de un "compromiso, de un pacto" con el aparato. A renglón seguido, González exigió al partido que respete su autonomía como presidente del Gobierno para designar a sus ministros, y, en definitiva, para gobernar sin interferencias de la calle Ferraz, sede del PSOE. El balance del congreso ha constituido todo un éxito para Alfonso Guerra, cuyos seguidores impidieron el acceso a la dirección de los críticos.
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Felipe González, reelegido secretario general del PSOE en el 32º congreso concluido ayer, reconoció en su discurso de clausura que la composición de la nueva ejecutiva federal es fruto de un "compromiso, de un pacto" con el aparato. A renglón seguido, González exigió al partido que respete su autonomía como presidente del Gobierno para designar a sus ministros, y, en definitiva, para gobernar sin interferencias de la calle Ferraz, sede del PSOE. El balance del congreso ha constituido todo un éxito para Alfonso Guerra, cuyos seguidores impidieron el acceso a la dirección de los críticos.

González reconoció que han existido negociaciones para formar la nueva ejecutiva. "La composición es fruto de un compromiso, de un pacto entre nosotros, y creo que se ha hecho un esfuerzo de apertura considerable, con representación social, orgánica y de ideas", comentó.El líder socialista, sin embargo, lanzó una clara advertencia a los delegados: "No hay normas escritas sobre las relaciones entre partido y Gobierno, pero cuando se elige al candidato a la presidencia se sabe que quien preside el Gobierno responde ante el Parlamento y los ciudadanos y actúa autónomamente. Eso que el partido ha entendido siempre, ahora hay que preservarlo"

La apertura de ideas no se tradujo en la formación de la ejecutiva, cuyo núcleo guerrista conserva todas las secretarías de área. En las 11 incorporaciones se produce un equilibrio entre militantes de obediencia a Guerra e independientes, como Raimon Obiols y Jerónimo Saavedra. Estos hechos han convertido a Guerra, ampliamente aplaudido, en el verdadero triunfador del congreso.

Páginas 17 a 20 Editorial en la página 14

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