La vida de Julio Iglesias, contada por él mismo desde sus camerinos en Las Vegas

Lo que sigue es el diario de una entrevista con Julio Iglesias en un momento que él considera el mejor de su trayectoria como cantante y, posiblemente, de su persona, sin más. En el aeropuerto de Barajas, un responsable de Pan Am rebusca en la bolsa de mano hasta encontrar dos botellas de Víña Tondonia de 1982 seleccionada para Miguel de Frutos. Por si las moscas, uno se adelanta, mitad ingenuo, mitad perverso: "Estas botellas son para Julio Iglesias". Respuesta rotunda del interventor de delitos: "¿Para Julio? Pues dígale que se las beba y que las disfrute, y abrazos de mi parte".Las Vega...

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Lo que sigue es el diario de una entrevista con Julio Iglesias en un momento que él considera el mejor de su trayectoria como cantante y, posiblemente, de su persona, sin más. En el aeropuerto de Barajas, un responsable de Pan Am rebusca en la bolsa de mano hasta encontrar dos botellas de Víña Tondonia de 1982 seleccionada para Miguel de Frutos. Por si las moscas, uno se adelanta, mitad ingenuo, mitad perverso: "Estas botellas son para Julio Iglesias". Respuesta rotunda del interventor de delitos: "¿Para Julio? Pues dígale que se las beba y que las disfrute, y abrazos de mi parte".Las Vegas, el ombligo -según la leyenda- del juego, de la Mafia, de todas las mierdas. Vale. Aquí se juega día y noche, las 24 horas del día, los 365 días del año. Es la ley. Aquí, en un escenario fabuloso, Julio, estos días de septiembre, hace su agosto cantando.

Aquí, Julio, como los comediantes españoles, hace dos funciones por día. El casino se las compensa: un cochazo para él solo, dos limusinas a su disposición, una suite real con bar, comedor, sala de estar, habitación para amigos... A las seis de la tarde o poco más, ensaya y ensaya. Y canta, mientras el público grita "¡Julio!". Termina la primera función. Julio piensa en el día siguiente: "Tengo que ir a Los Angeles, a una reunión con todos los dirigentes mundiales de CBS, para preparar el lanzamiento de mi disco en inglés".

Por fin, hace menos de ocho días, conseguimos sentarnos frente a frente. Y hablamos de su infancia, de su época de alumno de los Sagrados Corazones, de su lectura del Quijote. Comenzamos así porque en la sala de estar de su camerino, donde se instalaron las cámaras, le recordábamos: "Su vida, a la postre, es un papel en blanco; se habla del Julio Iglesias mito de hoy, pero nadie sabe nada de dónde viene ese mito". Y habló de alguno de sus amigos de los 10 años, dijo que no rezaba de niño, que apenas ha escrito cartas de amor... ¡Y cómo no iba a hablar del vino! Incluso habló mucho más de lo que le pedía su interlocutor, hasta llegar a la blasfemia, al comparar los vinos franceses y españoles.

En un momento de la conversación, Julio habló de su aviónparticular, El Pájaro Loco, como de algo que le sirve "para ganar el tiempo, para ganar sueño, para ganar la vida". Alguien sacó a relucir la cuestión del sexo. Y Julio dijo: "Yo no sé a quién le he oídodecir que el único problema del sexo es de sdram atizarlo".

Canal + emite hoy a las 14.00 la primera parte de una entrevista al cantante realizada por Feliciano Fidalgo.

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