Dos millones de trabajadores quedarán exentos del IRPF

Los trabajadores por cuenta ajena con ingresos inferiores al millón de pesetas quedarán exentos de tributar en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), ya que Hacienda les devolverá las reteniriones ingresadas a cuenta, según anunció ayer el ministro de Economía, Carlos Solchaga, en la presentación del Libro Blanco de la reforma fiscal. Esta medida beneficiará a casi dos millones de asalariados.

El propósito del Gobierno es, además, mejorar la gestión y dotar de mayores medios a la inspección tributaria para evitar el "rechazo social que produce un sistema fiscal que s...

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Los trabajadores por cuenta ajena con ingresos inferiores al millón de pesetas quedarán exentos de tributar en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), ya que Hacienda les devolverá las reteniriones ingresadas a cuenta, según anunció ayer el ministro de Economía, Carlos Solchaga, en la presentación del Libro Blanco de la reforma fiscal. Esta medida beneficiará a casi dos millones de asalariados.

El propósito del Gobierno es, además, mejorar la gestión y dotar de mayores medios a la inspección tributaria para evitar el "rechazo social que produce un sistema fiscal que sólo sea progresivo en teoría", según explicó Solchaga. El Libro Blanco de la reforma fiscal, que ayer recibió el visto bueno del Consejo de Ministros, pretende sentar los criterios básicos de la ley de renta y patrimonio que prepara el Gobierno. La comisión de subsecretarios empezará a debatir el proyecto de ley, la semana próxima, de forma que el Gobierno lo apruebe durante la primera quincena de julio y pueda ser enviado a las Cortes antes de agosto. El Gobierno no ha renunciado a que el nuevo impuesto sobre la renta y el patrimonio entre en vigor en el año 1991, es decir, en las declaraciones a presentar en 1992. En este corto plazo, el Gobierno pretende alcanzar un consenso social sobre la reforma de los impuestos directos con empresarios, sindicatos y grupos parlamentarios. La reforma muestra la preocupación del Ejecutivo por la progresividad y por los desplazamientos que se pueden producir en el ahorro de los españoles tras la liberalización de los movimientos de capitales en la Cormanidad Europea si aquélla no va acompañada de una armonización fiscal. El nuevo impuesto sobre la renta, según el Gobierno, pretende equilibrar la carga fiscal y evitar que los trabajadores sigan contribuyendo en mayor proporción que empresarios y profesionales, si se mide por las bases imponibles declaradas.