Gari Kasparov

Exportar los secretos soviéticos del ajedrez

LEONTXO GARCÍA, El soviético Gari Kasparov, de 26 años, campeón mundial de ajedrez, ha llegado a un acuerdo con la Conselleria de Turismo del Gobierno balear para crear en Mallorca una escuela internacional de jóvenes, talentos que comenzará a funcionar de forma experimental en abril.

La URSS exportará así por primera vez los sistemas de entrenamiento implantados en sus escuelas desde los años veinte. Sobre una población de 285 millones de soviéticos, cinco millones tienen licencia federativa y más de 50 millones practican el ajedrez en torneos no oficiales.

Kasparov aprendió...

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LEONTXO GARCÍA, El soviético Gari Kasparov, de 26 años, campeón mundial de ajedrez, ha llegado a un acuerdo con la Conselleria de Turismo del Gobierno balear para crear en Mallorca una escuela internacional de jóvenes, talentos que comenzará a funcionar de forma experimental en abril.

La URSS exportará así por primera vez los sistemas de entrenamiento implantados en sus escuelas desde los años veinte. Sobre una población de 285 millones de soviéticos, cinco millones tienen licencia federativa y más de 50 millones practican el ajedrez en torneos no oficiales.

Kasparov aprendió a jugar por sí solo a los cuatro años observando las partidas de sus familiares. La madre, Clara, que vio cómo Gari quedaba traumatizado tres años después por la muerte del padre, decidió que la salvación estaba en el ajedrez y abandonó su profesión -ingeniero especializado en armas automáticas- para convertir a su hijo en campeón del mundo.

Aquel niño es ahora un hombre hiperactivo y obsesionado con cumplir sus objetivos a toda velocidad. "Yo era muy joven cuando ingresé en la escuela especial del ex campeón del mundo Mijail Botwinik, siguiendo una bonita tradición que tenemos en mi país: los viejos campeones transmiten su sabiduría a los jóvenes talentos. Por tanto, creo que exportar el ajedrez como herramienta pedagógica es una buena idea".

El Gobierno balear facilitará tres hectáreas para la escuela, cuya construcción será financiada por una sociedad anónima. El británico Andrew Page, apoderado del campeón, está convencido de que el ajedrez es muy atractivo como inversión publicitaria: "Es barato, educativo y apasionante, se juega en los cinco continentes a cualquier edad y es un terreno virgen para invertir".

Kasparov quiere crear una segunda escuela en Los Ángeles para potenciar una de sus grandes obsesiones, la popularización del ajedrez en Estados Unidos. "Pretendo utilizar las grandes cadenas de televisión como trampolín para el resto del mundo. Es mi sueño americano".

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