GENTE

Severo Ochoa

30 años después de la concesión del Nobel

Mañana, 15 de octubre, se cumplen 30 años de la concesión del Premio Nobel de Medicina a Severo Ochoa por el descubrimiento de la síntesis del ácido ribonucleico. Hoy, este científico frío, distante y amante de la música, sigue dedicando su vida a la ciencia, aunque no sea entre tubos de ensayo. Viaja, da conferencias, charla con estudiantes en su refugio del Centro de Biología Molecular y atiende la correspondencia que recibe.Con 84 -años recién cumplidos, conserva un tremendo sentido crítico, que se hace más tajante cuando habla de España, de los españoles y de la ciencia en nuestro país. Ci...

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Mañana, 15 de octubre, se cumplen 30 años de la concesión del Premio Nobel de Medicina a Severo Ochoa por el descubrimiento de la síntesis del ácido ribonucleico. Hoy, este científico frío, distante y amante de la música, sigue dedicando su vida a la ciencia, aunque no sea entre tubos de ensayo. Viaja, da conferencias, charla con estudiantes en su refugio del Centro de Biología Molecular y atiende la correspondencia que recibe.Con 84 -años recién cumplidos, conserva un tremendo sentido crítico, que se hace más tajante cuando habla de España, de los españoles y de la ciencia en nuestro país. Ciudadano norteamericano desde 1956, 16 años después de su llegada a Estados Unidos, Severo Ochoa no tiene intención de solicitar de nuevo la nacionalidad española -"porque yo soy americano y no creo en una segunda renuncia a una nacionalidad"-. Sin embargo, siempre habla en plural cuando se refiere a los españoles -"yo también me considero español, nací en Asturias"- Dice no estar arrepentido de haber regresado definitivamente a España después de 45 años en Estados Unidos, aunque reconoce echar de menos aquel país. "Ha sido el país que me hizo posible todo lo que yo he podido hacer en esta vida. Todo lo que soy yo se lo debo a Estados Unidos. ¡Cómo no le voy a estar agradecido!".

Ha repetido muchas veces que se siente decepcionado de España. "Los españoles no podemos sentirnos orgullosos de España. Aquí hay ciencia muy buena, pero insignificante. La culpa es del ambiente. En España no hay ambiente para estimular la ciencia. Aquí salió una estrella solitaria, como Ramón y Cajal, pero eso fue un milagro", afirma. La solución para Ochoa es la de la ausencia de política científica. "La única política científica posible es la de seleccionar buenos científicos, que los tenemos, darles posibilidades y dejarlos en paz".

El 5 de diciembre, cuando se cumplan los 30 años de la ceremonia del Nobel, se presentará en Oviedo una biografía escrita por Marino Gómez Santos, con el título: Severo Ochoa.

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