NECROLÓGICAS

Josep Vidal, diputado socialista

Ayer falleció en el Vendrell, localidad donde nació hace 71 años, Josep Vidal, fundador de la Unió de Pagesos. Para poder entender la figura del amigo y del compañero Pep es necesario conocer una serie de elementos que configuran su carácter, sus raíces vendrellencas, su condición social payesa, su trabajo en el mundo de las cooperativas, su pasión castellera, su afición a la música y al canto coral.Todos estos elementos forman el perfil humano de Josep Vidal. A todo ello hay que añadirle su espíritu abierto a todas las inquietudes sociales y su solidaridad con la gente y sus problemas, asumié...

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Ayer falleció en el Vendrell, localidad donde nació hace 71 años, Josep Vidal, fundador de la Unió de Pagesos. Para poder entender la figura del amigo y del compañero Pep es necesario conocer una serie de elementos que configuran su carácter, sus raíces vendrellencas, su condición social payesa, su trabajo en el mundo de las cooperativas, su pasión castellera, su afición a la música y al canto coral.Todos estos elementos forman el perfil humano de Josep Vidal. A todo ello hay que añadirle su espíritu abierto a todas las inquietudes sociales y su solidaridad con la gente y sus problemas, asumiéndolos como propios.

Pep ha vivido muy directamente sucesos tan importantes como la guerra civil, en la que, siendo aún muy joven, combatió en las filas del POUM, sufriendo en propia carne el desenlace de la contienda. Durante la dictadura impulsó la reactivación del movimiento obrero y payés, y luchó para conseguir la recuperación de la democracia y las libertades nacionales de Cataluña. Colaboró con entusiasmo en el esfuerzo por conseguir la dificil unidad socialista en Cataluña.

Más tarde, recuperadas las libertades, realizó un trabajo exhaustivo e impecable como diputado constituyente en 1977, primero, y como senador en la legislatura de 1982, después, revelándose como un magnífico orador, con su voz baja y rica en matices, consiguiendo mantener al hemiciclo en silencio y pendiente de su intervención.

Cuando consideraba una reivindicación justa, la asumía como propia, sobre todo tratándose de cuestiones de injusticia, de desigualdad o de explotación.

Nunca nadie que haya llamado a su puerta ha salido decepcionado de su recibimiento. Su figura, castigada por muchos años de trabajos manuales, unida a su descuidada y peculiar forma de vestir, le ha convertido en una de las personas más entrañables, queridas y populares del socialismo catalán.

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