Joan Collins,

la malvada de la serie de televisión Dinastía, pretendió asistir el jueves a las carreras de Ascot con una entrada que pertenecía a otra persona y fue rechazada en la puerta, donde fue reconocida inmediatamente. A la actriz, de 56 años, que esperaba tomar el té junto a la realeza inglesa, le fue negada la entrada cuando el portero se dio cuenta de que el nombre que figuraba en la placa de identificación que portaba la actriz no era el de Joan Collins. Las carreras de Ascot son el acontecimiento anual más importante para la aristocracia británica, y todos los invitados, excepto la...

la malvada de la serie de televisión Dinastía, pretendió asistir el jueves a las carreras de Ascot con una entrada que pertenecía a otra persona y fue rechazada en la puerta, donde fue reconocida inmediatamente. A la actriz, de 56 años, que esperaba tomar el té junto a la realeza inglesa, le fue negada la entrada cuando el portero se dio cuenta de que el nombre que figuraba en la placa de identificación que portaba la actriz no era el de Joan Collins. Las carreras de Ascot son el acontecimiento anual más importante para la aristocracia británica, y todos los invitados, excepto la familia real, están obligados a llevar una insignia con su nombre. Según comenta el matutino Daily Mirror, Joan Collins intentaba hacerse pasar por la mujer de Malcolm Fraser, el millonario con el que se le ha visto los últimos días. Cuando la actriz consiguió recuperar la calma explicó que todo era una apuesta y que no le importaba no poder entrar a las carreras. El diario Daily Express señala que el incidente puede ser una dulce venganza por parte de la reina de Inglaterra, Isabel II, a quien Joan Collins eclipsó en la carrera del derby de hace dos años. Collins hizo una espectacular llegada a este hipódromo en el preciso momento en el que entraba la soberana británica, y los fotógrafos se abalanzaron sobre la actriz e ignoraron la presencia de la reina.