GENTE

Jordi Pujol,

presidente de la Generalitat de Cataluña, cuenta con un método infalible para aplicar las curiosas ideas de su jefe de protocolo, que le obliga a ser el primero en entrar en banquetes o saraos, pero a sentarse siempre el último en la mesa. Para salvar rango y compostura, nada más entrar Pujol le dice al camarero o a la persona que le recibe: "¿Dónde puedo lavarme las manos?". El resto de comensales, aparentemente con las manos sucias, empiezan a sentarse mientras Pujol hace sus abluciones y queda así salvada la preeminencia del honorable. La historia la contó uno de los personajes más populare...

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presidente de la Generalitat de Cataluña, cuenta con un método infalible para aplicar las curiosas ideas de su jefe de protocolo, que le obliga a ser el primero en entrar en banquetes o saraos, pero a sentarse siempre el último en la mesa. Para salvar rango y compostura, nada más entrar Pujol le dice al camarero o a la persona que le recibe: "¿Dónde puedo lavarme las manos?". El resto de comensales, aparentemente con las manos sucias, empiezan a sentarse mientras Pujol hace sus abluciones y queda así salvada la preeminencia del honorable. La historia la contó uno de los personajes más populares de la televisión autonómica TV-3, Jaume Pastefier, presentador del espacio gastronómico Bona cuina, en un programa radiofónico donde se glosaba precisamente la escasa sensibilidad del honorable paladar de Pujol.

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