Reportaje:

Martín Pérez Lombarte

Ideas para paliar el déficit olímpico

Tenía sólo 17 años cuando, junto con un amigo, montó su primer negocio, una empresa de canguros en la que sus propias compañeras de estudio llevaban a cabo este servicio de vigilancia y cuidado de niños. En la actualidad, Martín Pérez Lombarte, a sus 33 años, dirige seis empresas y fue elegido joven empresario europeo del año en 1986, distinción que se le concedió por la creación de un equipo de salvamento, denominado helpack, para practicantes de deportes de vela ligera. Recientemente ha creado una asociación para ayudar a paliar el déficit que pueda producirse con los Juegos Olímpicos de 199...

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Tenía sólo 17 años cuando, junto con un amigo, montó su primer negocio, una empresa de canguros en la que sus propias compañeras de estudio llevaban a cabo este servicio de vigilancia y cuidado de niños. En la actualidad, Martín Pérez Lombarte, a sus 33 años, dirige seis empresas y fue elegido joven empresario europeo del año en 1986, distinción que se le concedió por la creación de un equipo de salvamento, denominado helpack, para practicantes de deportes de vela ligera. Recientemente ha creado una asociación para ayudar a paliar el déficit que pueda producirse con los Juegos Olímpicos de 1992.

El helpack es un contenedor estanco que lleva en su interior todo lo preciso para que una persona perdida en el mar sobre una tabla de windsurf o sobre otro tipo de embarcación ligera pueda informar de su posición y aguantar hasta ser rescatada. "La idea del helpack", explica su inventor, "me la sugirió el desgraciado accidente de un familiar que practicaba el windsurf y se perdió en el mar. Me tocó ir al rescate, que en este país consiste básicamente en mirar desde la playa buscando alguna señal. La impotencia que sentí entonces dio pie a la creación de este equipo de salvamento, y hoy este producto español se vende en 35 países y tiene un mercado potencial de más de 11 millones de personas".Martín Pérez Lombarte nació en Barcelona, en el seno de una familia de empresarios, y desde muy joven quiso seguir los pasos de su padre. Se considera empresario por vocación y por convicción, y deplora el hecho de que las escuelas empresariales estimulen a los alumnos a convertirse en ejecutivos antes que en empresarios cuando en este país hacen tanta falta". Es fundador de la Asociación Independiente de Jóvenes Empresarios de Cataluña (AIJEC) y miembro de la Asociación de Jóvenes Empresarios Españoles (AJE). Por el contrario, no se siente afín a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), para la que empresas como las suyas casi no cuentan. "Además, estos señores", asegura, "se meten en política, que es un campo en el que creo que los empresarios nos desenvolvemos mal".

En estos momentos buena parte de sus esfuerzos están concentrados en Iniciativas para la Absorción del Déficit Olímpico (IADO), "que es una asociación que creará recursos, por medio de iniciativas de tipo sociocultural y deportivo, que luego entregaremos al Comité Olímpico para ayudar a paliar el déficit que pueda producirse". A pesar de que la envergadura y el riesgo de sus empresas le ocupan la mayor parte de su tiempo, Pérez Lombarte no renuncia a sus aficiones, como son la ópera -que a buen seguro aprecia más desde que es cuñado del tenor José Carreras-, el frontón, la horticultura y la lectura.

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