Una telecomedia de terror fantástico para la sobremesa

Televisión Española emite a partir de hoy Cazadores de sombras, una nueva serie que sustituye a Casa desolada. Se trata de una comedia de terror fantástico, protagonizada por una singular pareja dedicada a investigar los extraños fenómenos que suceden en la pequeña ciudad en la que viven. El máximo responsable del telefilme, en el triple cometido de productor, guionista y realizador, es Kenneth Jolinson, un asiduo del género fantástico y de ficción cientírica, creador en la década de los setenta de las populares series televisivas La mujer biónica y El increíbk Hulk.

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Televisión Española emite a partir de hoy Cazadores de sombras, una nueva serie que sustituye a Casa desolada. Se trata de una comedia de terror fantástico, protagonizada por una singular pareja dedicada a investigar los extraños fenómenos que suceden en la pequeña ciudad en la que viven. El máximo responsable del telefilme, en el triple cometido de productor, guionista y realizador, es Kenneth Jolinson, un asiduo del género fantástico y de ficción cientírica, creador en la década de los setenta de las populares series televisivas La mujer biónica y El increíbk Hulk.

Cazadores de sombras lleva inscrito en su título la carga paródica que preside el intento. El humor y la parodia son tan viejos en la ficción científica y fantástica como el propio medio televisivo, pero su presencia no ha tenido en todas las épocas idéntico protagonismo. Ha sido frecuente la convivencia de fórmulas en este género, que, por otro lado, ha demostrado ser uno de los más permeables a la realidad política y social.Cazadores de sombras aplica al esquema original de todo el género fantástico, esto es, la amenaza de un peligro desconocido, un tono abierto de comedia. Aquí la figura del doble -Jekyll y Hyde- avanza por derroteros distintos a los de la fórmula del superhéroe. No son dos en uno, sino dos: un antropólogo especializado en la investigación de fenómenos aparentemente inexplicables y un escritor de verborrea incontenible que se ha profesionalizado en ficciones de misterio. Imaginación y ciencia confluyen en un idéntico objetivo: encontrar el secreto orden lógico y racional que se esconde tras unos enigmáticos sucesos. La idea no es nueva, pero tiene gancho, y, al decir de la crítica norteamericana, el guión de Johnson es bueno, aunque está excesivamente orientado a una audiencia adolescente. De las esperanzas que se depositaron en la serie puede dar una idea su programación en la cadena ABC. El piloto de dos horas fue emitido el 20 de noviembre de 1985, en la misma franja horaria que El show de Bill Cosby y Magnum, P. I.

La serie se mantiene dentro de una cierta curva de progresiva distensión en el tratamiento, tantas veces repetido, de este género protagonizado por seres con superpoderes, desde El hombre de los seis millones de dólares (1973), el astronauta que vuelve del espacio con superpoderes artificiales, o su secuela La mujer biónica (1976), a El increíble Hulk (1978), una versión burlona de Kenneth Johnson del mito de Jekyll y Hyde, o el cómico Superman de El gran héroe americano (1981).

Cazadores de sombras se emite a partir de hoy, por TVE-1, de lunes a viernes, a las 15.30.