La historia de una familia eslovaca sustituye a 'Fortunata y Jacinta'

Una producción checoslovaca realizada con la cooperación de varias televisiones europeas, La abeja milenaria, comienza su emisión hoy, jueves, en el espacio que ocupaba Fortunata y Jacinta. La serie, originalmente de cinco horas, narra la historia de una familia campesina eslovaca en los últimos tres decenios de la monarquía austrohúngara. Basada en una novela del escritor checo Peter Jaros y dirigida por el cineasta de la misma nacionalidad Juraj Jakubisko, La abeja milenaria fue premiada en 1983 en el Festival de Venecia con el Fénix de Oro a la mejor fotografía.La h...

Una producción checoslovaca realizada con la cooperación de varias televisiones europeas, La abeja milenaria, comienza su emisión hoy, jueves, en el espacio que ocupaba Fortunata y Jacinta. La serie, originalmente de cinco horas, narra la historia de una familia campesina eslovaca en los últimos tres decenios de la monarquía austrohúngara. Basada en una novela del escritor checo Peter Jaros y dirigida por el cineasta de la misma nacionalidad Juraj Jakubisko, La abeja milenaria fue premiada en 1983 en el Festival de Venecia con el Fénix de Oro a la mejor fotografía.La historia de La abeja milenaria comienza en 1896 en un rincón perdido de la Eslovaquia oriental, donde el campesino, apicultor y albañil Martin Pichanda celebra su 60º aniversario. En el cielo se dibujan relámpagos en forma de esfera y cae lluvia, a veces rosa, a veces verde... Treinta años de altibajos en la vida de la familia Pichanda van a sucederse en ese ambiente donde lo cotidiano convive naturalmente con lo prodigioso. "El problema mayor", explica Juraj Jakubisko, "ha sido crear una parábola filmada a partir de una historia decididamente local en la que hombres y abejas tienen destinos a menudo idénticos". Una especie de fábula de las abejas para cuya recreación el realizador eslovaco recurrió a un estilo de puesta en escena que él mismo definió con el término de "realismo mágico". "Este estilo", explicaba Jakubisko, "fue utilizado tanto en el plano del contenido como en el de la forma", aunque tratando de evitar al mismo tiempo que se crease "una distancia sentimental entre los personajes del filme y los espectadores a causa de imágenes bellas pero frías". Muy al contrario, insiste el realizador, "la introducción de elementos mágicos quiere recrear una particular atmósfera que transmita al espectador los sentimientos y las sensaciones de los personajes".

Del grupo de actores que interpreta la serie destaca Jozef Kroner, el intérprete del filme de J. Kadar Obchod na korze, que en 1965 recibió un oscar a la mejor producción extranjera.