Françoise Rudetzky

Una víctima del terrorismo preside la asociación SOS-Atentados

Françoise Rudetzky es una mujer joven, activa y optimista, a pesar de la parálisis de piernas que sufre desde 1983. En aquel entonces dirigía una pequeña empresa de moda prêt-à-porter que empleaba a ocho personas. El 23 de diciembre de aquel año estaba cenando con su marido en un lujoso restaurante de París cuando todo se vino abajo. Una explosión formidable hirió a la pareja. La pesada puerta del local se abatió sobre las piernas de esta joven mujer. Desde entonces no ha cesado de luchar para rehacer su vida y para ayudar a las gentes que se encuentran en su situación a hacer lo propio.
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Françoise Rudetzky es una mujer joven, activa y optimista, a pesar de la parálisis de piernas que sufre desde 1983. En aquel entonces dirigía una pequeña empresa de moda prêt-à-porter que empleaba a ocho personas. El 23 de diciembre de aquel año estaba cenando con su marido en un lujoso restaurante de París cuando todo se vino abajo. Una explosión formidable hirió a la pareja. La pesada puerta del local se abatió sobre las piernas de esta joven mujer. Desde entonces no ha cesado de luchar para rehacer su vida y para ayudar a las gentes que se encuentran en su situación a hacer lo propio.

Françoise Rudetzky ya no dirige ninguna empresa, pero es la presidenta de la asociación SOS-Atentados, que agrupa a las víctimas civiles, muchas veces desamparadas y olvidadas, del terrorismo. "A los pocos días del atentado", cuenta la presidenta de la asociación, "el restaurante, el Grand Vesour, estaba enteramente restaurado, pero las víctimas nos encontrábamos en el hospital y sin nadie que nos indemnizara o nos ayudara". Todo estaba asegurado, menos los clientes. Ahí fue donde Françoise Rudetzky empezó su combate, que todavía continúa.En diciembre de 1985 se formó la asociación, con el objetivo central de conseguir una ley de indemnización a las víctimas del terrorismo. "Las víctimas del trabajo o de la carretera tenían indemnizaciones, las del terrorismo no", dice. En poco tiempo se asociaron unas 100 víctimas, más unas 200 personas que aportan su ayuda económica y 60 alcaldes y diputados que han prestado su apoyo político. Las víctimas del terrorismo en Francia, según estimaciones de SOS-Atentados, son un millar de heridos y unos 160 muertos entre 1974 y 1985.

Las elecciones generales del pasado mes de marzo fueron la gran ocasión para SOS-Atentados. Durante la campaña electoral consiguieron que todos los partidos se comprometieran a dar sus votos a la ley, y una vez en marcha la nueva Asamblea Nacional, obtuvieron, ya en agosto, su aprobación. "Con la ley", dice, "hemos alcanzado un objetivo importante, pero ahora estamos luchando para que se indemnice a las víctimas anteriores a 1982".

La ley crea un fondo de indemnización sobre todos los contratos de seguros. Prevé indemnizaciones, sin otro límite fuera del que marquen los jueces para todas las víctimas de actos de terrorismo ocurridos en Francia, sean de la nacionalidad que sean, y para los atentados que afecten a ciudadanos franceses en el extranjero. La indemnización cubre los perjuicios morales, físicos, estéticos y profesionales.

Françoise Rudetzky no quiere mezclar la política con las actividades de la asociación, y quisiera extender su acción a toda Europa. "Sobre la prevención del terrorismo se ocupa mucha gente. Nosotros nos ocupamos de las víctimas, de los cuerpos y de las vidas, que son lo más importante. El terrorismo golpea los espíritus, pero golpea más todavía los cuerpos, y nuestra sociedad parece querer esconder los resultados de los atentados. A los pocos días de un gran atentado, todo está como antes y nadie se acuerda ya de las víctimas". Pero el apoliticismo de la asociación no le permite cerrar los ojos a la reflexión: "¿Por qué esta violencia? Yo creo que todos somos responsables. No basta con señalar a los terroristas". Y termina con una petición bien práctica: "Ponga, por favor, la dirección de SOS-Atentados en su periódico, para que las víctimas españolas del terrorismo puedan ponerse en contacto con nosotros. (B. P. 100-75060. París. Cedex 02. Teléfono 42275958)".

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