El Gobierno considera "imposible" el previsto viaje de González a Cuba

El intento de secuestro del ciudadano cubano Manuel Antonio Sánchez Pérez ha puesto en peligro el viaje oficial que el presidente del Gobierno español, Felipe González, pretendía realizar a Cuba en los próximos meses. Se trataba del primer viaje oficial que González iba a realizar a ese país. Entre tanto, las diplomacias de ambos países se enzarzaron ayer en una guerra de notas, en las que las sutilezas del lenguaje diplomático brillaban por su ausencia. Fuentes gubernamentales españolas reconocieron ayer a este periódico que Manuel Antonio Sánchez Pérez era un cualificado funcionario del G-2 ...

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El intento de secuestro del ciudadano cubano Manuel Antonio Sánchez Pérez ha puesto en peligro el viaje oficial que el presidente del Gobierno español, Felipe González, pretendía realizar a Cuba en los próximos meses. Se trataba del primer viaje oficial que González iba a realizar a ese país. Entre tanto, las diplomacias de ambos países se enzarzaron ayer en una guerra de notas, en las que las sutilezas del lenguaje diplomático brillaban por su ausencia. Fuentes gubernamentales españolas reconocieron ayer a este periódico que Manuel Antonio Sánchez Pérez era un cualificado funcionario del G-2 (servicio de espionaje cubano).

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba acusó ayer al Gobierno español de asociarse y brindar "amparo" a la "inmoral conducta" de "un vulgar ladrón". El Ministerio de Asuntos Exteriores español respondió, por su parte, a la nota de los cubanos diciendo que ésta contenía "afirmaciones falsas y calificaciones intolerables". Según un cualificado diplomático español, el incidente "introduce un nuevo elemento de crispación en unas relaciones que ya eran delicadas".El diplomático y los otros tres funcionarios de la Embajada de Cuba en Madrid que intentaron el secuestro abandonaron la capital española ayer al mediodía, cumpliéndose así la orden de expulsión dictada en la pasada madrugada por el Ministerio del Interior, que se acogió a la nueva ley de extranjería.

El embajador de Cuba en Madrid, Óscar García Fernández, acudió ayer al palacio de Santa Cruz -sede del Ministerio de Asuntos Exteriores español-, respondiendo, con 20 horas de retraso, a la convocatoria urgente que se le había cursado. El embajador negó saber nada del incidente y, por tanto, haber dado ninguna orden de secuestro.

Fuentes gubernamentales españolas afirmaron ayer que Sánchez Pérez había sido un cualificado funcionario de los servicios de espionaje cubanos que recientemente pidió asilo político en Madrid. La petición de asilo aún no había sido concedida en firme. Según estas fuentes, el medio millón de dólares que poseía a su nombre en el banco frente al cual se produjo el intento de secuestro habría servido para la financiación de sus actividades de espionaje.

Un alto funcionario español afirmó ayer a este periódico que el intento de secuestro hace imposible que el presidente del Gobierno español, Felipe González, realice el viaje oficial que tenía previsto hacer a Cuba. Esta visita iba a tener lugar antes del referéndum, según dijo en privado el propio González a comienzos del pasado verano.

Páginas 13 y 14

Editorial en la página 10