Tres festivales europeos intentan controlar el mercado de los programas

El certamen de Milán es el más perjudicado

El desconcierto y la indecisión han hecho mella en la industria internacional de la distribución de vídeo y televisión. El reciente mercado de programas del London Market, seguido del Mipcom de Cannes y el Mifed de Milán, ha mostrado los efectos de unos certámenes que diluyen su atractivo y merman el poder de convocatoria ante la lucha de cada centro por eliminar la actividad del otro. De todos éstos, el milanés acabará siendo el primer perjudicado de una contienda que deberá decantarse en el futuro por una sola organización.

La opinión generalizada critica esta absurda situación, que s...

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El desconcierto y la indecisión han hecho mella en la industria internacional de la distribución de vídeo y televisión. El reciente mercado de programas del London Market, seguido del Mipcom de Cannes y el Mifed de Milán, ha mostrado los efectos de unos certámenes que diluyen su atractivo y merman el poder de convocatoria ante la lucha de cada centro por eliminar la actividad del otro. De todos éstos, el milanés acabará siendo el primer perjudicado de una contienda que deberá decantarse en el futuro por una sola organización.

La opinión generalizada critica esta absurda situación, que se traduce en matizadas reacciones de descontento. Muchos directivos se quejan de la imposibilidad de estar en danza todo un mes y dejar paralizada la gestión cotidiana de los despachos. Necesariamente, cada compañía toma las medidas oportunas para evitar este colapso. En el caso de los exhibidores españoles, mientras Televisión Española ha montado su pabellón en Londres y hará lo propio en Milán, TV-3 ha optado por concurrir a Cannes.

Según comentaba David Nogueira, responsable de ventas de RTVE, "enseguida se comprueba la categoría de un certamen por el tipo de compradores que aparecen. Si un mercado interesa, los responsables de las empresas aparecen por el pabellón, visionan nuestras producciones y deciden prácticamente en el acto el interés o no por nuestros programas. En el instante que aumenta el número de señores que se sientan, escriben sus notas y dicen que ya dirán algo, mala señal. Son gente de segunda fila que regresará a su país de origen y pasará los informes adecuados a los auténticos responsables".

Televisión Española piensa medir concienzudamente sus gastos de promoción y desplamientos para el año próximo. Cada día hay más mercados y éstos no crecen a la velocidad con que aumenta la demanda.

Las firmas británicas han apoyado masivamente su capital. Sin embargo, la gran ausente ha sido la BBC, que ha preferido arrinconarse en sus cuarteles generales, ahorrar dinero y reservarlo para un pase especial en el cual se invitará a los compradores europeos. Bryan Parkin, director de BBC Enterprises, comentó: "Nosotros somos pura y llanamente una organización mercantil y tomamos decisiones sobre bases netamente comerciales".

Por otro lado, las multinacionales norteamericanas se han mostrado cautas y divididas. Importantes nombres como Lorimar (productora de Dallas y Falcon Crest), Metro Goldwyn Mayer (Fama, Siete novias para siete hermanos), CBS (The twilight zone), Twentieth Century Fox (MASH) y Columbia (Mike Hammer) se han decantado únicamente por Cannes. MCA-Universal (El equipo A, Alfred Hitchcock presents, Magnum, Crónica de gansters), Paramount (Retorno al Edén, La historia de Jesse Owens) y Worldvision (Highway to heaven, último éxito de Michael Landon) han apoyado, en cambio, las dos iniciativas.

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