El Tour, directo en diferido

Nadie sabe si la transmisión del Tour, la prueba ciclista por etapas más importante del mundo, irá en directo o en diferido. No lo saben los directivos de TVE, ni los comentaristas desplazados a Francia, ni la audiencia. Ni siquiera saben si se transmitirá. Los telespectadores han de aguardar estoicamente a que TVE haga lo que le plazca con las imágenes que sí recibe en directo.Uno de los espectáculos más tristes de la televisión es diferir el directo, enlatarlo y manipularlo para su consumo a destiempo.

Las pruebas ciclistas por etapas son uno de los deportes más gratificantes para la ...

Nadie sabe si la transmisión del Tour, la prueba ciclista por etapas más importante del mundo, irá en directo o en diferido. No lo saben los directivos de TVE, ni los comentaristas desplazados a Francia, ni la audiencia. Ni siquiera saben si se transmitirá. Los telespectadores han de aguardar estoicamente a que TVE haga lo que le plazca con las imágenes que sí recibe en directo.Uno de los espectáculos más tristes de la televisión es diferir el directo, enlatarlo y manipularlo para su consumo a destiempo.

Las pruebas ciclistas por etapas son uno de los deportes más gratificantes para la televisión. A la competición y a la incertidumbre del resultado se suma otro factor del que carecen otros deportes en recintos abiertos, como el automovilismo y motociclismo. Las cámaras no están instaladas sobre soportes fijos, sino móviles; el punto de vista del telespectador -que no es otro que el punto de vista que le da la televisión- es un travelling permanente por tierra y aire; el telespectador puede entrar en el campo de la imagen y correr en el tiempo y en el espacio del ciclista. Tanto más agradable si, como ocurre aquí, salvo en los finales de etapa, apenas existe la publicidad estática.

Televisión Española ha optado una vez más por intrigar al telespectador con la naturaleza y momento de la transmisión. Los fallos técnicos de la televisión, francesa en este caso, contribuyeron a que la burla llegue al colmo cuando aquéllos se presentan en Torrespaña: en la primera edición del telediario del pasado miércoles se transmitieron imágenes de la, etapa del día anterior, acompañadas de un rótulo con las palabras "en directo". En otras ocasiones se emite la prueba en diferido como si fuera en directo. Los dos comentaristas de TVE también son víctimas de estas confusas decisiones de los directivos y de algún que otro partidismo de los cámaras y realizadores franceses: a veces hay corredores entre la "moto l" y la "moto 2" que no merecen ni siquiera una mención, como ocurrió en la etapa del día 8; en la etapa del día 9 no dieron el tiempo del español mejor situado en la general, Ruiz Cabestany, por ejemplo. Más discutibles aún son las suposiciones sobre dónde estará Pedro Delgado, las conjeturas y pronósticos, cuando no las descripciones de paisajes, en vez de información.

Esta confusión está provocada por la arbitrariedad y falta de criterio de algún directivo, presumiblemente el director de la primera cadena, Gonzalo Vallejo. A veces es preferible esa arbitrariedad a que el directivo imponga sus propios gustos o aficiones. Gonzalo Vallejo, por ejemplo, que era propietario de una pequeña cuadra, aceptó en 1984 la transmisión en directo de las carreras de caballos. Cabe recordar cómo el pasado año por estas fechas TVE cortó la transmisión en directo del Open británico de golf, cuando Severiano Ballesteros estaba a punto de culminar su triunfo, para dar paso al directo de la cuarta carrera de caballos. Se sabe que el jefe de Deportes de TVE, Julián García Candau, deseaba transmitir en directo el Tour, pero tropezó con los criterios de sus superiores. Vallejo habría podido flexibilizar el horario de sobremesa durante este mes y programar un telefilme de episodios de menor duración que El gran héroe americano.

Llegaron al final a un acuerdo de esos en que se dice: "Ya veremos; los Alpes y los Pirineos, que es cuando los españoles pueden dar batalla".

El Tour en directo, cuando los caballos de Vallejo corran en bicicleta.