Televisión, imágenes del mundo / 6

La televisión británica, un servicio público sin oficialismos

La responsabilidad de la televisión ante el pueblo no quiere decir que los consejos rectores de la British Broadcasting Corporation, que regulan la BBC-1 y la BBC-2, además de las cuatro radios que transmiten con esas siglas, y la Independent Broadcasting Authority (IBA), que controla la ITV y el Canal 4, sean, como en España, un Parlamento reducido a escala donde se reproducen a diario las escenas de la lucha política parlamentaria. Esa es precisamente, en opinión de sociólogos e historiadores, la diferencia entre servicio público y oficialismo, cuyas raíces habría que buscarlas en las...

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La responsabilidad de la televisión ante el pueblo no quiere decir que los consejos rectores de la British Broadcasting Corporation, que regulan la BBC-1 y la BBC-2, además de las cuatro radios que transmiten con esas siglas, y la Independent Broadcasting Authority (IBA), que controla la ITV y el Canal 4, sean, como en España, un Parlamento reducido a escala donde se reproducen a diario las escenas de la lucha política parlamentaria. Esa es precisamente, en opinión de sociólogos e historiadores, la diferencia entre servicio público y oficialismo, cuyas raíces habría que buscarlas en las éticas protestante y católica del servicio público.La BBC está gobernada por una carta real y sus 12 gobernadores son nombrados por la soberana a propuesta del Gobierno entre personalidades que representan actividades de toda la vida del país. El nombramiento del consejo de la IBA se efectúa por el secretario del Interior con idéntico criterio.

Los directores generales de los órganos de gobierno respectivos son nombrados por los miembros del consejo y no por la Administración. La interferencia en la programación es mínima.

Los dos consejos actúan sin reglamento escrito, en la mejor tradición británica. Los programas tienen que reflejar una estricta imparcialidad en los temas polémicos, dar una opinión equilibrada de los diversos puntos de vista y, sobre todo, "no ofender el buen gusto". El único código de conducta escrito se refiere a los programas violentos, que no deben ser exhibidos a horas en que puedan ser vistos por los niños.

La televisión británica está considerada por los técnicos más respetados del mundo como un modelo de equilibrio entre la diversión, la información y la cultura.

La ventaja del idioma opera en las dos direcciones. Se exportan muchos programas y los seriales americanos gozan de una gran popularidad. Por ejemplo, Dallas y Dinastía. Los melodramas siguen en pantalla a lo largo de los años y Coronation Street, la historia de una calle y sus habitantes en un pueblo del norte del Reino Unido, lleva 25 años en antena.

Aparte de los tres informativos diarios y del programa,de análisis News night, de la BBC-2, que se emite todos los días en tomo a las 22.30, Panorama y World in action siguen batiendo los récords de audiencia. Dos de los programas informativos de más audiencia se emiten, curiosamente, los domingos al mediodía, Week end word y This week, next week.

Sátira política

Sin embargo, el programa que más elogios y críticas merece de los que se exhiben actualmente sigue siendo Spitting image, una durísima sátira política de la vida. nacional e internacional donde los realizadores no dejan títere con cabeza. Es el primer programa cuyas críticas alcanzan por primera vez a la familia real británica.

Durante media hora, que se hace cortísima, los domingos por la noche, unas magníficas marionetas de goma de tamaño natural ridiculizan sin piedad todo el espectro político y cultural británico e internacional, desde Margaret Thatcher a Ronald Reagan, y desde Laurence Olivier a Frank Sinatra. La marioneta que representa a Reagan apareció cortada por la frente, durante varias semanas, para indicar la falta de cerebro. En uno de los últimos programas se le muestra, esta vez con la cabeza entera, marchando en un tanque con tres miembros de su Gabinete disfrazados de generales.

Thatcher siempre llega a una reunión de su Gabinete en la que los ministros están jugando a algo. Cuando entra, los ministros se ponen todos de pie y dicen al unísono: "Yes, sir" (sí, señor). Los rusos no salen mejor parados. Un sketch típico hasta la llegada al poder de Gorbachov era el anuncio por Radio Moscú de la muerte de un secretario general del partido. Terminado el anuncio, aparecía una nevera y un nuevo dirigente era sacado del frigorífico y colocado en plena plaza Roja. Como escribía recientemente un comentarista, pocos países aguantarían una sátira parecida a la realizada por Spitting image, en traducción literal La imagen que escupe, que terminó de emitirse el domingo 24 de marzo.

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