Camilo J. Cela Conde

El hijo del autor de 'La Colmena' ha aprendido de su padre a tomarse muy en serio cualquier actividad que emprende

El hecho de que Camilo J. Cela Conde se siente cada mañana en su sillón de decano de la facultad de Filosofía de Palma de Mallorca no se opone a la trayectoria autodidacta y rupturista de Camilo J. Cela Trulock. "Mi padre siempre ha rechazado una forma de ver las instituciones, aunque es muy institucional en otros sentidos; por ejemplo, en su condición de académico". Cela Conde tampoco es un decano al uso. En la media docena de libros que tiene publicados ha tratado las más diversas materias: del análisis de la Prensa a la estructura económica de Mallorca, del estudio genético de la moral a la...

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El hecho de que Camilo J. Cela Conde se siente cada mañana en su sillón de decano de la facultad de Filosofía de Palma de Mallorca no se opone a la trayectoria autodidacta y rupturista de Camilo J. Cela Trulock. "Mi padre siempre ha rechazado una forma de ver las instituciones, aunque es muy institucional en otros sentidos; por ejemplo, en su condición de académico". Cela Conde tampoco es un decano al uso. En la media docena de libros que tiene publicados ha tratado las más diversas materias: del análisis de la Prensa a la estructura económica de Mallorca, del estudio genético de la moral a la experiencia de las regatas. A este deporte es muy aficionado, y puede vérsele arriando las jar cias de su embarcación en el puerto de Palma.Camilo José Cela Conde califica la relación con su padre como "muy normal". "Para mí, desde luego, es algo completamente asumido y estoy acostumbrado a ello; por eso, cuando salgo al extranjero y nadie me relaciona con mi padre, tengo una sensación muy curiosa". Ser hijo del autor de La colmena le ha servido, sobre todo, "para hacer lo que he querido -dice- y para tomarme muy en serio cualquier actividad que he desarrollado". Para Cela Conde tiene tanta importancia la vela, deporte que practica con entusiasmo y sobre el que tiene publicado un libro, como la filosofía, su actividad académica. "Emprendo cualquier proyecto con el mismo entusiasmo", afirma.

Nacido en Madrid hace 39 años -aunque vive en Palma de Mallorca desde los nueve-, casado y sin hijos, confiesa que no ha tenido mucha suerte con los libros que ha publicado hasta ahora. Uno de los primeros, El reto de los halcones -una antología de la contestación de la Prensa de extrema derecha a la apertura de Arias Navarro-, apareció el mismo día en que murió Franco y apenas se distribuyó. Antes había colaborado asiduamente en revistas como Triunfo y Cambio 16, "y mis artículos me llevaron al Tribunal de Orden Público con cierta frecuencia". En otras publicaciones ha tratado el capitalismo y el campesinado en Mallorca y la obra pictórica de Carlos Mensa.

Su último trabajo es un estudio, que puede considerarse pionero en su campo, sobre la influencia de la biología en las actitudes morales. "Durante mucho tiempo, la filosofía ha vivido de espaldas a la ciencia, pero desde hace unos años, con el desarrollo de la genética molecular y de otras disciplinas, el panorama ha cambiado mucho y se hace necesario el apoyo de las ciencias sociales para emprender una investigación filosófica. No debemos olvidar que Kant estaba al día de la ciencia de su tiempo".

El autor mantiene en su obra De genes, dioses y tiranos que puede establecerse una estrecha vinculación entre los comportamientos morales de las personas y su formación genética, y estudia en diferentes niveles la determinación genética del fenómeno ético. Para Camilo J. Cela Conde, esta obra es, en el fondo, un tratado "sobre la libertad humana, entendiendo ésta como una estrategia de adaptación al medio".

A pesar de las citas literarias que incluye este libro -John Le Carré y Platón, entre otros- y de la pasión por narrar que destila, no figura entre los proyectos del polifacético hijo del autor de La familia de Pascual Duarte escribir una novela o un libro de viajes. "Ya hay en la familia quien se dedica a eso, y, por cierto, lo hace bien", asegura.

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