El grano de Billy

Sigue habiendo decisiones de TVE difíciles de entender. En julio de 1981 aparecía en un horario de los considerados de baja audiencia una serie, titulada Enredo, de la cual sólo se conocía un dato: en Estados Unidos había creado algún que otro escándalo. El equipo que entonces encabezaba Fernando Castedo la programó en un intento de apertura hacia formatos diferentes a los habituales. Meses después, coincidiendo con una fuerte campaña de sectores reaccionarios sobre diversos contenidos de TVE, tras la llegada de Robles Piquer, la serie desapareció.Ahora, los programadores ...

Sigue habiendo decisiones de TVE difíciles de entender. En julio de 1981 aparecía en un horario de los considerados de baja audiencia una serie, titulada Enredo, de la cual sólo se conocía un dato: en Estados Unidos había creado algún que otro escándalo. El equipo que entonces encabezaba Fernando Castedo la programó en un intento de apertura hacia formatos diferentes a los habituales. Meses después, coincidiendo con una fuerte campaña de sectores reaccionarios sobre diversos contenidos de TVE, tras la llegada de Robles Piquer, la serie desapareció.Ahora, los programadores del cambio parecen querer reparar aquel error. Lo incomprensible es que la serie se reemita en un horario -las doce de la noche- todavía peor que el anterior. En el 81, Enredo se pasaba a las once y media de la noche de los domingos.

Quizá la explicación esté en las propias características de la serie, que posiblemente entre en la categoría que Calviño denomina como no familiar. Enredo es una inteligente crítica de la más pura tradición de la televisión norteamericana. Todos los personajes convencionales y todas las situaciones tópicas se encuentran presentes, aunque deformadas esperpénticamente. La serie resulta finalmente tan procaz como divertida, tan impertinente como cáustica.

De los protagonistas no se libra nadie: ex militares, sacerdotes, cocineros, mojigatas, padres, hijos, mafiosos, asesinos, homosexuales, tenistas, blancos y negros.

Enredo fue producida en el año 1977. Su título original es Soap, es decir, Jabón. Esta denominación es un homenaje a las viejas Soap Operas, los seriales de la radio, que siempre ofrecían una retahíla de capítulos alrededor de una familia a la que le podía ocurrir cualquier cosa con el paso de los años. La denominación tiene su origen en el hecho de que aquellos viejos seriales iban siempre patrocinados por marcas de jabón.

La serie cumple, eso sí, las convenciones de producción de la televisión norteamericana. Como todas las series de humor producidas allí, se realiza en vídeo, con una duración por capítulo de veinticinco minutos. Tal y como marcan los formatos establecidos, se realiza en decorados interiores, con la única originalidad de que el público que ríe y aplaude de fondo está presente en el plató.

En el capítulo segundo, que se emitirá esta noche, deberán resolverse varias incógnitas que quedaron planteadas la pasada semana. ¿Descubrirá Jessica que su hija Corinne mantiene relaciones con Peter, el profesor de tenis? ¿Se enterará Corinne de que tambien su madre se relaciona con el citado Peter? ¿Cocinará Benson un pescado? Y sobre todo, ¿conseguirá Billy eliminar el grano que le ha salido el día de su primera cita? Son interrogantes que pueden justificar el resistir frente al televisor hasta las doce y media de la noche.

Enredo se emite a las doce de la noche por TVE-2.